El síndrome de intestino irritable es un conjunto de síntomas que ocurren de manera simultánea y que incluyen dolor en el abdomen y cambios en la evacuación de las heces, como diarrea, estreñimiento o ambos.
Solo una pequeña cantidad de personas con síndrome de colon irritable tienen signos y síntomas graves. Otras pueden controlar los síntomas con cambios en la dieta, el estilo de vida y en el nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden tratar con medicamentos y asesoría. Este padecimiento, según los expertos, no causa cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Si bien los signos y síntomas del síndrome de colon irritable varían, suelen persistir por un período prolongado. Según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, los más comunes incluyen: dolor, cólicos o hinchazón en el abdomen relacionados con la evacuación intestinal, cambios en el aspecto de las deposiciones y en la frecuencia con la que se evacúan los intestinos. Otras señales son hinchazón, aumento de gases o mucosidad en las heces.
Este síndrome se puede presentar a cualquier edad, pero a menudo comienza en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es dos veces más común en las mujeres que en los hombres.
De acuerdo con la Clínica de Mayo, se debe consultar al médico si se evidencian cambios fuertes en los hábitos intestinales u otros signos o síntomas del síndrome de colon irritable. Pueden indicar una afección más grave, como cáncer de colon.
Las señales más graves son la pérdida de peso, diarrea nocturna, sangrado rectal, anemia por deficiencia de hierro, vómitos inexplicables, dificultad para tragar y dolor persistente que no se alivia al expulsar gases o al defecar.
Las causas
De acuerdo con los especialistas, se desconoce la causa precisa del síndrome de intestino irritable. Sin embargo, los factores que influyen en este padecimiento son, por ejemplo, las contracciones musculares en el intestino. Las paredes de los intestinos están revestidas con capas de músculo que se contraen a medida que mueven los alimentos a través del tracto digestivo.
Las contracciones que son más fuertes y duran más de lo normal pueden causar gases, hinchazón y diarrea. Las contracciones intestinales débiles pueden ralentizar el paso de los alimentos y provocar heces duras y secas.
Otro factor que puede incidir es el sistema nervioso. Las anomalías en los nervios del sistema digestivo pueden hacer que la persona experimente un malestar mayor que lo normal cuando el abdomen se estira debido a los gases o las heces.
Las señales mal coordinadas entre el cerebro y los intestinos pueden hacer que el cuerpo reaccione de forma exagerada a los cambios que normalmente ocurren en el proceso digestivo, lo que causa dolor, diarrea o estreñimiento.
Una infección grave también puede influir. El síndrome de colon irritable puede aparecer después de un episodio grave de diarrea causada por bacterias o virus. De igual forma, podría estar asociado con un exceso de bacterias en los intestinos.
Los cambios en los microbios intestinales pueden tener que ver en este padecimiento. Los ejemplos incluyen cambios en bacterias, hongos y virus que normalmente residen en los intestinos y juegan un papel clave en la salud.
Por otro lado, están los alimentos que si bien no se conoce por completo cómo influye la alergia o intolerancia alimentaria en el síndrome de colon irritable, según los expertos, es poco frecuente que esto cause el padecimiento.
La mayoría de las personas con síndrome de colon irritable experimenta signos y síntomas peores o más frecuentes durante períodos de mayor estrés. Sin embargo, si bien esta situación puede agravar los síntomas, no es lo que los causa.
Según el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, los especialistas pueden tratar el síndrome del intestino irritable recomendando algunos cambios en la alimentación y el estilo de vida, medicinas, probióticos y terapias de salud mental.