Cada organismo suele comportarse de diferente forma y esto se debe a factores como la edad, sexo, genética y demás. Sin embargo, hay una afección dolorosa que no mide edades y se llama apendicitis.
De acuerdo con la Clínica de Mayo, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, esta complicación en salud se da debido a la inflamación del apéndice, “una bolsa en forma de dedo que se proyecta desde el colon en el lado inferior derecho del abdomen”.
Hay casos en los que dicha bolsa se está inflamando y los signos son leves, pero al momento de desarrollarse dolores a un lado del abdomen las consecuencias pueden ser fatales.
De hecho, expertos en el área de la salud dicen que los dolores pueden comenzar desde el ombligo y luego pasar a partes bajas del abdomen o vientre. La organización de consejos médicos, diagnósticos y tratamientos específicos Kids Health precisa que la apendicitis suele afectar a menudo a los niños y jóvenes entre los 5 y 20 años.
Así mismo, los especialistas advierten que “si un apéndice infectado no se extrae, tiene el potencial de reventar al cabo de 48 a 72 horas de la aparición de los primeros síntomas”.
En vista de la importancia de conocer sobre esta afección dolosa y prevenir riesgos mayores que comprometan a esta parte del organismo. En el blog de Salud Nueva se consigna que existen síntomas principales para detectar a tiempo la apendicitis, son los que comúnmente se introducen a otros signos, señalan.
En ocasiones, existe el imaginario de que el apéndice no cumple un papel fundamental en la parte interior del cuerpo. Incluso, algunos pacientes piensan que es inútil. Respecto a esto, los conocedores del tema afirman que efectivamente no determina ninguna función particular para el mismo, pero si no se detecta el comportamiento doloso puede ser irreversible.
En ese sentido, hay dos síntomas o signos que permiten detectar un caso de apendicitis a tiempo.
1. Dolor en el ombligo: si bien es cierto que los dolores estomacales son un signo común en miles de personas, cuando este se transporta al ombligo debe haber mayor demanda de atención. En el caso de una posible apendicitis, cuando este órgano se mueve se comienza a sentir una ligera molestia.
Al no ser un síntoma de alto impacto, puede pasar que se considere de manera desapercibida. Los especialistas comparten que se puede notar cuando se acentúa durante presiones ligeras o ciertas acciones innatas. Si no se toma a tiempo este signo, el desgarro se vuelve cada vez más insoportable de aguantar.
2. Dificultad para ejercer un movimiento: cuando un paciente tiene apendicitis su capacidad de desplazamiento se ve afectada. De hecho, hay casos en los que dar un solo paso resulta activar el umbral del dolor a máximos niveles. Salud Nueva detalla que aunque la solución de los dolores cerca al ombligo o en el vientre bajo pareciera mejorar al permanecer en cama, lo más óptimo para descartar un caso de apendicitis es saltando; si el dolor es intenso, hay que consultar con médicos.
Kids Health agrega otros signos de alerta de apendicitis, estos se desarrollan con el tiempo y son:
- Fiebre.
- Pérdida de apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
“Si el dolor se extiende por todo el vientre, puede significar que el apéndice ha reventado. Los médicos lo llaman apendicitis perforada, y es grave. Una fiebre alta de 104 ºF (o 40 ºC) es otro signo de apéndice perforado”, dictaminan.
La apendicitis es una afección seria que como cualquier otra debe ser tratada y controlada. De no ser así, un apéndice roto puede causar infección en el abdomen. Eso se llama peritonitis, esta puede ser irreversible e incluso causar la muerte, según la organización de Stanford.