Cuando una persona sufre de un infarto o ataque cardíaco se debe a que una de las arterias del corazón se taponan, impidiendo la libre circulación de la sangre y del oxígeno. Según explica el portal de salud y medicina Medline Plus, “las arterias coronarias llevan sangre y oxígeno al corazón. Si el flujo sanguíneo se bloquea, el corazón sufre por la falta de oxígeno y las células cardíacas mueren”.
Los coágulos en las arterias también se pueden presentar cuando se acumula placa en las paredes de estas; por general, esta placa contiene colesterol y otras células que impiden que la sangre fluya con normalidad por el torrente sanguíneo.
Según explica el medio, un ataque cardíaco se puede presentar cuando hay “una interrupción en la placa. Esto provoca que las plaquetas sanguíneas y otras sustancias formen un coágulo de sangre en el sitio que bloquea la mayor parte o todo el flujo de sangre oxigenada a una parte del miocardio. Esta es la causa más común de un ataque cardíaco”.
Los ataques cardíacos pueden ocurrir en cualquier momento, incluso cuando una persona está descansando o durmiendo, después de haber practicado algún tipo de actividad física, cuando está realizando cualquier tipo de actividad o después de haber padecido estrés.
El doctor Juan Veller, médico con especialidad en Cardiología, explica que cuando sucede un infarto se produce la muerte de algunas células que están presentes en el corazón.
El especialista menciona que este órgano es como una bomba muscular que late aproximadamente unas 4.200 veces por minuto. Para poder latir de forma correcta, el corazón necesita una cantidad considerable de oxígeno y nutrientes que llegan al órgano por medio de las arterias.
En algunas ocasiones la placa obstruye tanto que impide la libre circulación de la sangre, el oxígeno y los nutrientes; sin embargo, esta también puede romperse, liberando una cantidad de compuestos inflamatorios que empiezan a viajar por las arterias hasta que se acumulan en un punto concreto.
Cuando los compuestos intentan movilizarse por las arterias, se pegan a la placa que ha quedado incrustada en medio del camino; esto forma un coágulo que puede detonar en un ataque cardíaco.
¿Cómo detectar un infarto?
El dolor del corazón comienza de manera suave como una molestia que va empeorando con el tiempo y que empieza a arder. Si el dolor es en puntadas y dura uno o dos segundos, puede estar relacionado con situaciones que provocaron ansiedad, estrés o depresión en el paciente.
Cuando el dolor aumenta y la persona que lo siente se toca el pecho o se hace pequeños movimientos sobre la zona, es probable que el dolor sea muscular y no esté relacionado con un infarto. Por eso, el especialista menciona “ante la duda es mejor consultar”.
El especialista explicó que en algunas ocasiones el dolor que indica un infarto no ocurre en el tórax, sino en el cuello, o en la parte de abajo de la mandíbula, o incluso en la parte interna de los brazos, principalmente en el izquierdo.
La falta de aire también puede ser un síntoma de un infarto. Cuando un paciente presenta factores de riesgo y presenta este síntoma, es probable que se trate de un ataque cardíaco.
En algunas personas se pueden presentar algunos síntomas raros o inusuales como palidez repentina; también se puede poner frío en la parte de los pies y las manos, puede presentar una sudoración excesiva e incómoda y se pueden presentar náuseas y vómitos.
Factores de riesgo
- Personas con diabetes, hipertensión, colesterol y triglicéridos elevados.
- Pacientes fumadores.
- Estrés.
- Dormir menos de las horas recomendadas (seis a ocho horas).