Bajar de peso puede convertirse en una tarea difícil de cumplir si no se cuenta con un plan de alimentación y de entrenamiento enfocado en este propósito. Antes de iniciar un proceso de este tipo se debe consultar con un médico para conocer los kilos que realmente se deben perder para tener un peso saludable.
Algunas personas cometen el error de no buscar la asesoría profesional adecuada y recurren a dietas extremas, que pueden poner en riesgo su salud. Hay quienes dejan de comer algunas comidas en el día para perder kilos rápidamente, sin tener conocimiento sobre cómo puede afectar al organismo.
Según explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, “consumir comidas abundantes o la mayoría de los nutrientes diarios a última hora de la noche puede aumentar la susceptibilidad a la obesidad y otras enfermedades cardiometabólicas. Si bien esto puede ser cierto cuando se ingieren grandes cantidades de alimentos durante la noche, los datos comienzan a acumularse para sugerir que este hallazgo no es consistente si la elección de alimentos se modifica para favorecer alimentos pequeños, ricos en nutrientes y bajos en energía y/o macronutrientes individuales”.
Por eso, cenar no es considerado como un riesgo para el proceso de pérdida de peso, si se eligen los alimentos adecuados. Erin Thole-Summers, RD, dietista y consultor de nutrición deportiva en West Des Moines, Iowa, Estados Unidos, habló con Business Insider sobre esto.
“Comer un pequeño refrigerio denso en nutrientes antes de acostarse puede darle a tu cuerpo la energía que necesita para cuidar las funciones metabólicas mientras descansa. (...) El consumo de proteínas antes de acostarse puede ayudar a los músculos a repararse a sí mismos y también tener un efecto positivo en la calidad muscular, el metabolismo y la salud en general”.
Business Insider señala una lista de alimentos que pueden comerse antes de dormir:
- “1 rodaja de pan integral tostado con 2 cucharadas de hummus.
- Rodajas de pepino y hummus.
- Medio sándwich de pavo.
- 170 gramos de requesón con media taza de cerezas sin huesos.
- 1 plátano con una cucharada de mantequilla de nuez o semillas.
- Mantequilla de cacahuate y nueces.
- Un plato de avena sin azúcar ni mantequilla. Si lo quieres acompañar, puedes beber un poco de leche tibia.
- Media taza de zumo de granada —como sustituto de los tés, si eres sensible a la cafeína— y 15 almendras.
- 1/4 de taza de garbanzos crujientes asados.
- Palomita de maíz sin sal en sustitución de las patatas fritas.
- 3/4 de taza de yogur griego natural con media taza de arándanos.
- Chocolate con leche, con poco o nada de azúcar. Recomendable sobre todo para las personas que entrenan por la tarde/noche.
- 3/4 de una taza de cereal integral con media de leche —también válido con sus sustitutos: leche de almendras o vainilla—.
- Pan bagel (mino o la mitad de uno grande) con salmón ahumando”.
Recomendaciones
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades explican que consumir menos calorías no consiste en comer menos o saltarse comidas. Lo que se debe realizar es sustituir alimentos que tengan contenido alto calórico por otros que sean bajos en calorías y grasas, para evitar quedar con hambre y quedar satisfecho.
Asimismo, esta entidad menciona que los cambios no solo deben ser en los alimentos, sino también se deben en las bebidas. “La mayoría de las personas tratan de reducir el consumo de calorías enfocándose en los alimentos, pero otra manera de reducir las calorías puede ser reconsiderando las bebidas. Tal vez se dé cuenta de que solo en las bebidas que toma diariamente está consumiendo bastantes calorías”.