Expertos en nutrición indican que los lácteos tienen la mala fama cuando se busca bajar de peso, pero advierten que “no se debe renunciar a ellos en el caso de estar comenzando un plan para perder peso”, en palabras que recoge el portal Hola.
“Realmente ningún alimento engorda, como producto aislado, lo que lleva a un incremento de peso es el total de lo consumido (y no solo en un día, sino a lo largo del tiempo), especialmente cuando se toman más calorías de las que se gastan. Por lo que un alimento contribuye a que engordemos es en proporción a las calorías que aporta por cada 100 g y a la cantidad consumida de ese alimento”, explica la doctora Rosa María Ortega Anta, catedrática en Nutrición y Doctora en Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, en palabras citadas por Hola.
La experta también destaca que hay productos lácteos con bajo contenido calórico, “especialmente los desnatados, pero incluso hay estudios que encuentran un mejor control de peso en personas que toman la cantidad aconsejada, con beneficios incluso asociados al consumo de lácteos enteros”.
Los especialistas en el portal Hola indican que siempre se busca un culpable y un “salvador” en las dietas. “No sabemos el origen de los mitos, pero es cierto que existen, han circulado y siguen circulando, pero sin estudios científicos que los avalen, lo que sí se han hecho es investigaciones científicas para desmitificar estos errores que han circulado en relación con los lácteos, dado que solo perjudican la salud del que los cree”, comenta la doctora Ortega sobre el comienzo del mito de lo perjuicios que generan los lácteos en la dieta para bajar de peso.
Según el portal Womenshealthmag, se ha creado la tendencia a eliminar algunos alimentos de la dieta por la creencia de que evitarlos ayuda a adelgazar. “Esto ocurre con algunos como el gluten y en particular y especialmente con los lácteos”.
Algunas personas el consumo de lácteos les puede caer mal, pero lo que recomiendan los expertos es que no se debe “dejar de consumir alimentos como los lácteos a no ser que sea por recomendación de un especialista en nutrición”.
En el sitio web Womenshealthmag recomiendan no dejar de tomar lácteos, pues “son una fuente de, además de calcio y otros minerales como el fósforo, magnesio o potasio, proteínas de alto valor biológico, nutrientes como la Vitamina D, A o B12 y grasas saludables”.
El mencionado portal cita un estudio realizado en 2017 por la Organización Mundial de la Salud, la cual encontró que “aquellos que dejan de beber leche, aunque, en muchas ocasiones, se diga que no es necesaria ya que somos el único animal que en la edad adulta la bebe, podrían padecer deficiencia de yodo, que podría desencadenar en daño cerebral. Por otro lado, los expertos también señalan que puede causar osteoporosis y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y obesidad”.
Por otra parte, en el portal Salud 180 citan un estudio de la Universidad de Harvard, que encontró que “la mayoría de los lácteos son ricos en grasas saturadas y en retinol (vitamina A), micronutriente que en niveles elevados puede debilitar los huesos y dañar tu salud en general”.
Además, en este portal señalan que “la ingesta excesiva de la leche de vaca puede impedir que se pueda bajar de peso”.
Para reemplazar la leche de vaca por la ingesta de calcio, la Universidad de Harvard recomienda consumir:
- Leches vegetales (linaza, almendras, soya o alpiste).
- Brócoli, col y vegetales de hojas verdes como la alfalfa.
- Amaranto, avena.
- Nueces, almendras.
- Miel.
- Naranja.