Las personas que sufren del hígado tienen algunas recomendaciones estrictas en materia de alimentación para prevenir que empeore su condición. De hecho, algunas dejan bebidas como la cerveza o el café, cuando presentan diagnósticos como el de hígado graso.

No obstante, algunos estudios recientes han mostrado que el café puede llegar a tener un efecto protector en el hígado.

Así lo informa la Clínica Digestiva Navarro, que refiere la recomendación de, al menos, dos tazas de café al día para los pacientes con afecciones de hígado.

La entidad señala que la lesión inicial que se presenta en el hígado, conocida como fibrosis, puede presentar mejoría ante el contacto con el café.

Esto, a la larga, ayudaría con las lesiones posteriores que se pueden dar en el órgano, como una cirrosis y el cáncer.

De hecho, a mediados de 2020, un artículo publicado en la revista New England Journal of Medicine, mencionaba estos y otros efectos positivos del café en el hígado.

La Clínica reseña también un estudio de Países Bajos en 2017, donde se demostró que los pacientes con fibrosis que tomaban tres tazas de café al día tenían una mejor evolución de la enfermedad.

El portal de la entidad afirma que uno de los mayores problemas en la actualidad es el hígado graso.

Aunque la población general lo asocie con el consumo de alcohol, el hígado graso puede presentarse en pacientes cuyo factor de riesgo no es el alcoholismo.

La Clínica reseña también un estudio de Países Bajos en 2017, donde se demostró que los pacientes con fibrosis que tomaban tres tazas de café al día tenían una mejor evolución de la enfermedad. | Foto: ©Jorn Tomter | Getty Images

Por lo general, el hígado grado no alcohólico es un diagnóstico real y común. Esta condición hepática puede derivar también de hepatitis virales y enfermedades hereditarias, así como la hepatitis autoinmune.

A pesar de la evidencia que indica que el café podría ser un protector de este órgano, lo ideal es que las personas con afecciones no dejen de lado su tratamiento habitual.

Asimismo, los expertos recomiendan no consumir este tipo de bebidas en exceso, tanto el café como las bebidas alcohólicas, y hacerse una revisión periódica para descartar anomalías en el organismo.

Diez señales que indican que el hígado está enfermo

El hígado es vital para el organismo. Se encarga de eliminar toxinas, almacenar nutrientes y digerir grasas. Además, trabaja en la depuración de la sangre y es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles que son la A, D, E y K.

Estas son 10 señales de que el hígado no está funcionado bien o de que es necesario visitar al médico para determinar lo que sucede, según el instituto de investigaciones Mayo Clinic.

  1. Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia): esto se puede presentar cuando hay demasiados glóbulos rojos muriendo o descomponiéndose y yendo hacia el hígado.
  1. Hinchazón y dolor abdominal: se puede presentar cuando hay un hígado agrandado.
  1. Inflamación en las piernas y en los tobillos: el hígado sano produce una proteína llamada albúmina, la cual evita que el líquido salga de los vasos sanguíneos y entre en los tejidos circundantes.
  1. Picazón en la piel: una de las razones por la que se genera es por la colangitis biliar primaria, una enfermedad crónica que destruye los conductos biliares del hígado.
  1. Color pálido de las heces: las heces adquieren su color marrón normal a partir de la bilis, que se excreta en el intestino delgado durante el proceso digestivo.
  1. Náuseas o vómitos: es uno de los síntomas más evidentes de problemas en el hígado.
  1. Pérdida del apetito: esta señal se presenta cuando hay insuficiencia hepática, que es el deterioro de las funciones del hígado.
  1. Tendencia a que aparezcan moretones con facilidad. Es posible que esos moretones se generen como consecuencia de una cirrosis.
  1. Fatiga crónica: la insuficiencia hepática genera cansancio y fatiga.
  1. Edema o acumulación de líquido en las extremidades: este síntoma se presenta cuando hay presión alta en los vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal) y niveles bajos de la proteína llamada albúmina.