El sistema nervioso es el encargado de trasmitir señales entre el cerebro y el resto dl cuerpo, incluidos los órganos internos. Asimismo, controla la capacidad de movilizarse, respirar, ver, pensar, entre otras habilidades que tiene el ser humano.
Según Eunice Kennedy Shriver National Intitute of Child Health and Human Developmet, la unidad básica del sistema nervioso es una célula denominada neurina. Como tal, el cerebro contiene alrededor de 100 mil millones de neuronas y cada una tiene un cuerpo celular y extensiones especiales como los axones y dendritas, que son las que se encargan que las neuronas se comunique a través de largas distancias.
Entre tanto, el sistema nervioso tiene dos partes principales; el primero es el sistema nervioso cerebral, que está compuesto por el cerebro y la médula espinal, y el sistema nervioso periférico, que se compone de todos los nervios que se ramifican desde la médula espinal y se extienden a todas las partes del cuerpo.
Cuando se afectan algunas de estas dos partes, es probable que se corra el riesgo de padecer afecciones degenerativas como el Alzheimer, enfermedad de Parkinson, trastornos vasculares en el cerebro, migrañas, epilepsia y cáncer.
Normalmente, cuando se desarrolla el cáncer, los tratamientos contra esta afección pueden también provocar efectos secundarios sobre el sistema nervioso. Para aliviar estos síntomas se deben tener cuidados paliativos junto con ayuda de un equipo de atención médica.
Por lo anterior, American Society of Clinical Oncology los síntomas que pueden aparecer dependen de la parte del sistema nervioso afectada. A continuación se describen cada uno de ellos:
Síntomas sistema nervioso central
- Problemas de equilibrio, mareos, náuseas y vértigo (sentir que la habitación gira).
- Problemas en la coordinación.
- Convulsiones.
Síntomas sistema nervioso periférico
- Debilidad general que puede causar una falta general de fuerza y coordinación. Esto podría incluir problemas para caminar o sostener objetos.
- Entumecimiento, cosquilleo o ardor en las manos o los pies.
- Estreñimiento.
- Incontinencia, que es la incapacidad para controlar el flujo de orina.
- Disfunción eréctil, que es la incapacidad para tener o mantener una erección.
Síntomas en los pares craneales
Esta parte del sistema nervioso periférico puede evocar síntomas como: pérdida de la audición y/o zumbido en los oídos, denominado acúfenos; pérdida de la visión y/o efectos secundarios sobre la visión, como visión borrosa o doble; cambios en el gusto y el olfato; habla ininteligible o dificultad para expresarse o para comprender el habla; y dificultad para tragar.
Dichos síntomas son comunes cuando el cáncer inicia en ele cerebro o en la médula espinal afectado el sistema nervioso central. Asimismo, los tratamientos para controlar esta enfermedad también impactan las partes del sistema nervioso. Por ejemplo, en la quimioterapia algunos fármacos pueden producir estos síntomas, entre ellos, los alcaloides de la vinca, fármacos basados en platino, fármacos taxanos, entre otros.
Otra causa común de estos síntomas son la radioterapia, otro tratamiento para manejar el cáncer. Específicamente, cuando la radioterapia se realiza en la cabeza o cuello o en todo el cuerpo, esto puede alterar el sistema nervioso periférico. En cambio, cuando se realiza en el cerebro y/o en la columna vertebral, tiende a causar problemas en el sistema nervioso central.
¿Cómo controlar los síntomas que se provocan en el sistema nervioso?
De acuerdo con American Society of Clinical Oncology, todos los síntomas que afectan el sistema nervioso pueden dificultar la realización de las actividades diarias. Si bien el daño nervioso y los síntomas que se producen pueden prevenirse, la mayoría de estos se pueden llegar a controlar si se diagnostican en las primeras etapas de desarrollo del cáncer.
De hecho, los especialistas en salud, durante la atención médica, pueden prescribir medicamentos analgésicos para tratar las náuseas, la hinchazón, el vértigo, entre otros síntomas. Adicional a ello, se debe llevar una rehabilitación física por medio de fisioterapia para reforzar la capacidad de habla, entre otras funciones cognitivas.