Una de las épocas y estaciones que personas de varias partes del mundo esperan con ansias es el verano, temporada en la que el sol toma protagonismo y se aprovechan las vacaciones. Por siglos, la gran estrella, centro del Sistema Solar, se ha catalogado como fuente de energía, así que existen rituales para atraer todo lo bueno.
Teniendo en cuenta datos recopilados por National Geographic, los habitantes del hemisferio norte del globo terráqueo inician la temporada de verano entre este lunes 20 de junio o martes 21. Visto desde otro punto, llega el denominado solsticio de verano.
Según lo consignado por el portal, el solsticio de verano es el resultado de “la inclinación del eje norte-sur de la Tierra 23,4 grados hacia el Sol”. Es por ello que ciertos lugares o territorios del planeta azul alcanzan a tener mayor cantidad de luz o rayos solares.
No obstante, el hecho de que haya más luz solar no significa más calor. En términos meteorológicos, el primer día de verano no es el más caluroso del año. De acuerdo con varios blogs del clima, entre julio y agosto hay mayor incremento de temperatura solar.
Abordando la salud, Elsevier consigna que tomar el sol es beneficioso, ya que genera vitamina D para el organismo. La piel, al recibir las radiaciones ultravioletas, genera vitamina D, esta será metabolizada en los riñones para transformarse en su forma activa y de esta manera contribuir con la absorción y depósito de calcio en los huesos (Navarra, 2018).
Pero eso no es todo, las creencias populares, basadas en áreas como la astrología y prácticas esotéricas, han establecido algunos rituales con la llegada del solsticio de verano para atraer la energía de la gran estrella que emana calor.
El blog de Antena 3 comparte algunos rituales vinculados a la temporada, los cuales dependen de las afinidades de cada sujeto y sus creencias en estas prácticas.
1. Sinónimo de abundancia: así como hay antónimos entre el frío y el calor, también los hay para las temporadas climáticas. Las creencias populares estiman que el verano está asociado a la abundancia en el campo, mientras que el frío, a la escasez.
Es así como aparece la fiesta de San Juan, cuando se encienden hogueras para otorgar fuerza y vitalidad al Sol. En la religión católica, el 24 de junio es la fiesta de nacimiento de San Juan Bautista, quien nació, según los evangelistas, seis meses antes de Jesucristo. Además, es el único santo del que se celebra el nacimiento y no la muerte, de acuerdo con Aciprensa y Europa press. Se le prenden velas en honor a su nacimiento para llamar a la abundancia.
2. Escritura: una de las prácticas más antiguas es la comunicación escrita, así que hay quienes aprovechan el solsticio de verano para atraer la felicidad y la buena suerte; por medio de la consignación de las cosas que se desean apartar de la vida en una hoja de papel, después se arroja a una hoguera para que se queme por completo.
3. Velas: la astrología considera que las velas son fuente de luz, energía y positividad. Cada una de estas depende de su color. Se suele prender una vela en varios puntos del hogar, principalmente del color del sol -amarillo- para atraer lo positivo, según Antena 3.
El portal Mundo Deportivo comparte que la vela de color amarillo significa calidez, alegría, gozo, intelecto y fuerza mental.
4. Mandala: estas figuras que suelen ser geométricas son consideradas un elemento de conexión entre el ser y lo que quiere plasmar a través de los colores. Por lo general, los mandalas retratan la naturaleza y en verano se puede dar vida a una flor con colores vibrantes para llamar la suerte en el futuro y conectar con la energía universal que se representa de forma circular, detalla Totenart.