Si bien para muchas personas puede tratarse solo de un problema estético, para otras es posible que se convierta en un verdadero problema que complica la vida diaria. Se trata de las venas varicosas, las cuales se caracterizan por ser retorcidas y agrandadas.

El instituto de investigación Mayo Clinic asegura que cualquier vena superficial puede volverse varicosa; sin embargo, las afectadas con mayor frecuencia son las de las piernas y esto se relaciona con estar mucho tiempo de pie y caminar con una postura erguida, lo que aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.

De acuerdo con los expertos, la acumulación de inflamación en las venas de las piernas, puede producir cansancio y pesadez. De igual forma, es posible que se presente dolor, ardor, pulsación, calambres musculares e hinchazón, que es posible que empeore después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo. Además, se puede presentar decoloración de la piel alrededor de una vena varicosa.

Las venas várices pueden resultar muy dolorosas. | Foto: Getty Images

Factores de riesgo

Hay factores que pueden incrementar las posibilidades de que una persona sufra de este quebranto de salud. El envejecimiento, por ejemplo, causa desgaste natural de las válvulas en las venas que ayudan a regular el flujo sanguíneo. Finalmente, ese desgaste hace que las válvulas permitan que la sangre fluya de nuevo a las venas, donde se acumula en lugar de fluir hasta el corazón.

Las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad. Los cambios hormonales durante la menstruación o el embarazo o la menopausia pueden ser un factor, debido a que las hormonas femeninas tienden a relajar las paredes de las venas.

De igual forma, durante el embarazo, la cantidad de sangre del cuerpo aumenta. Este cambio apoya al feto en crecimiento, pero también es posible que se produzca un efecto secundario desafortunado: venas agrandadas en las piernas.

Las várices son un problema muy común que puede llegar a ser molesto. | Foto: Getty Images

Los cambios hormonales durante el embarazo es otro aspecto que juega un papel importante. Los antecedentes familiares, la obesidad y permanecer de pie o sentado durante períodos prolongados pueden influir en esta problemática.

¿Cómo aliviar las várices?

Para aliviar las várices y mejorar la circulación de la sangre, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos brinda algunas recomendaciones.

  • Usar medias de descanso para disminuir la hinchazón. Ellas suavemente comprimen las piernas para hacer subir la sangre.
  • No sentarse o estar de pie por períodos prolongados. Incluso mover ligeramente las piernas ayuda a que la sangre circule.
  • Levantar las piernas por encima del nivel del corazón tres o cuatro veces al día durante 15 minutos a la vez.
  • Atender las heridas si se tienen úlceras abiertas o infecciones.
  • Bajar de peso si tiene sobrepeso.
  • Hacer más ejercicio. Esto puede ayudar a mantener a raya el peso y a movilizar la sangre por la pierna hacia arriba. Caminar o nadar son buenas opciones.
Las várices son venas agrandadas que complican la circulación de la sangre. | Foto: Getty Images
  • Evitar los tacones altos o el calzado que limite el movimiento de los tobillos. Algunos tipos de calzado pueden afectar a la circulación en las venas de las piernas. Si algún zapato empeora los síntomas, lo ideal es evitarlo.
  • Dejar de fumar. El daño a las venas provocado por el tabaquismo puede aumentar el riesgo de que se desarrollen las várices.

Referencias:

Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos

Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos

Mayo Clinic