El sueño es esencial para gozar de una salud óptima y lo que recomiendan los expertos es dormir entre 7 y 8 horas por la noche. Además, la falta de sueño puede afectar negativamente el humor y el temperamento, así como la habilidad para concentrarnos en las tareas cotidianas.
Asimismo, la doctora Stacy M. Peterson and Brooke L. Werneburg le explicó a Mayo Clinic que la falta de sueño influye en lo que se come y cuánto se come, dado que las hormonas se regulan durante el sueño y al faltar horas de sueño, las hormonas del hambre se descontrolan y eso aumenta la sensación de hambre y disminuye la saciedad.
Además, el sueño permite que la mente y el cuerpo se recuperen del día de trabajo, y estos procesos importantes se acortan cuando no hay suficientes horas de sueño.
“Durante la etapa de movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño paradójico, el cerebro clasifica la información importante de la que no lo es y archiva la memoria a largo plazo. Si esta etapa de su ciclo de sueño es corta, su concentración y agudeza mental pueden disminuir. Además, puede que se sienta malhumorado y de mal genio”, explicó la doctora.
Por tal razón, la doctora enumero algunas recomendaciones para dormir mejor:
- Fije un objetivo de sueño. Trate de dormir por lo menos siete horas por noche para tener la energía necesaria para hacer frente a las exigencias cotidianas. Despertarse renovado le ayudará a tomar decisiones inteligentes y a seguir su dieta y su plan de ejercicios. Dormir bien puede ayudar a aumentar su motivación y fuerza de voluntad, haciendo que sea más fácil evitar las tentaciones.
- Establezca una hora regular para acostarte y cúmplala. El primer paso para cambiar un comportamiento es comprometerse con lo que se quiere lograr y apegarse al plan. Fije una hora regular para acostarte y cúmplala lo más posible. Esto puede significar poner su teléfono en otra habitación para no tener tentaciones de revisar las redes sociales justo antes de dormir o poner una alarma para recordarle que es hora de empezar a prepararse para ir a la cama.
- Coma alimentos más saludables. Cuando su cuerpo y su mente están fatigados es posible que malinterprete las señales de hambre. La próxima vez que se encuentre deambulando por la cocina o comiendo refrigerios sin pensar mientras trabaja, pregúntese si está cansado en lugar de tener hambre. Es común confundir la fatiga o las emociones con el hambre.
- Procure estar en calma antes de dormir. Reserve un poco de tiempo antes de acostarte para relajarse, ya que esto puede contribuir a la transición hacia el sueño. Pruebe con respiraciones profundas, relajación muscular progresiva, estiramientos suaves o visualización dirigida para ayudar a enfocar su atención en el presente y alejarse de las preocupaciones. Si tener la mente ocupada le mantiene despierto, anote sus pensamientos en un diario o en un bloc de papel junto a tu cama.
Asimismo, recomendó:
- Llevar un registro diario del sueño durante una semana y tomar nota de los patrones que descubra.
- Hacer un esfuerzo consciente por eliminar las comidas y las bebidas perjudiciales por la noche, como las comidas abundantes y pesadas, el alcohol, el café, el té con cafeína y el chocolate.
- Crear una rutina relajante (sin pantallas) antes de la hora de dormir, como tomar un baño o leer un libro.
No obstante, si tras 10 o 30 minutos de tratar de conciliar el sueño no se consigue, lo que recomendó la psicóloga de Blua de Sanitas al medio de salud CuídatePlus, María García fue: “levantarse, caminar un rato y cambiar de ubicación hasta que nos relajemos de nuevo”.