La Real Academia Española (RAE) define el cansancio como la “falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado”; y describe la somnolencia como la “pesadez y torpeza de los sentidos motivadas por el sueño”.
Aunque tanto el sueño como el cansancio no necesariamente son indicios de alguna enfermedad, se debe prestar atención si son permanentes y se presentan en compañía de otros síntomas porque podrían estar relacionados con la apnea del sueño o la anemia, entre otras afecciones, así lo asegura la revista Cuerpomente.
Si bien es cierto que dormir es una actividad en la cual el cuerpo se recupera y el cerebro se renueva, los National Institutes of Health (NIH) corroboran esto asegurando, a través del doctor Michael Twery, experto del sueño: “El descanso afecta a casi todos los tejidos de nuestro cuerpo (...), a las hormonas de crecimiento y del estrés, nuestro sistema inmunitario, el apetito, la respiración, la presión arterial y la salud cardiovascular”.
Por esto, dormir poco puede aumentar el riesgo de obesidad, cardiopatías e incluso infecciones. Tal y como lo explican las instituciones de salud, “la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración y la presión arterial suben y bajan, un proceso que puede ser importante para la salud cardiovascular. Mientras duerme, el cuerpo libera hormonas que ayudan a reparar las células y a controlar el uso de la energía que hace el cuerpo. Estos cambios hormonales pueden afectar su peso corporal”.
Sueño y cansancio constante: estas serían las posibles enfermedades
Es entonces que las siguientes afecciones se ven altamente relacionadas con el sueño y el cansancio excesivo, por tal razón, es importante consultar con un profesional de la salud, para descartar cualquier diagnóstico.
Anemia
La Clínica Mayo describe la anemia como “una afección en la cual careces de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo.” Entre los diferentes tipos de anemia que existen se encuentran la ferropénica.
Los síntomas que aparecen tras esta afección son: debilidad, dificultad para respirar, mareos, fatiga, dolor en el pecho, en la cabeza, entre otros.
“Reducir la anemia es uno de los objetivos de nuestras actividades para erradicar todas las formas de malnutrición”, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Apnea del sueño
El centro especializado también explica que la apnea del sueño es un trastorno en el cual se ven relacionados los ronquidos y la respiración, que, de vez en cuando, se detiene. Asimismo, asegura que quienes tienen esta afección suelen experimentar dolores de cabeza, irritabilidad, entre otros síntomas.
Según lo menciona, esto sucede porque los músculos descansan o “se relajan”, reduciendo así las vías respiratorias, dificultando la respiración. “Es posible que ronques, te ahogues o suspires”, añade.
Dentro de los factores de riesgo se encuentra la obesidad, la edad avanzada, y los antecedentes familiares, siendo los hombres más propensos a desarrollarla.
Síndrome de fatiga crónica
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) asegura que es una “enfermedad grave” al tal punto que tiene un impacto negativo en todo el cuerpo. “A veces es posible que ni siquiera pueda salir de la cama”, precisa.
En este caso, la enciclopedia médica menciona que las mujeres son más propensas a desarrollarla sin estar los hombres exentos. Además, quienes son mayores de 40 años también están en riesgo.
Los síntomas comunes son dolor, fatiga excesiva, malestar, desconcentración, entre otros. Asimismo, señala que los signos de esta afección son variables, es decir, permanecen o desaparecen.
Finalmente, Cuerpomente también señala que enfermedades como la fibromialgia, la diabetes, la tiroides, la depresión y la ansiedad pueden verse asociadas.