El hígado es un órgano que cumple múltiples funciones y es importante para el metabolismo, el sistema inmunológico y el digestivo, entre otros. Se encarga de regular los niveles químicos de la sangre y excreta un producto llamado bilis, que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción.
Según Stanford Medicine Children’s Health, este órgano es clave en la producción de ciertas proteínas para el plasma sanguíneo; en la de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo; en el almacenamiento y liberación de glucosa, según sea necesario y en el procesamiento de la hemoglobina para usar su contenido de hierro, entre muchas otras funciones.
Su actividad normal procesando las sustancias de los alimentos que las personas comen y beben a diario ya le ocasiona una acumulación de toxinas. Pero además, tiene que enfrentarse al consumo de alimentos grasosos y procesados y de sustancias químicas como fármacos, por lo que es muy fácil que termine saturado, de acuerdo con información de la Clínica Imbanaco de Cali, en su página web.
La mencionada institución asegura que la dieta diaria puede ayudarlo a limpiarse a sí mismo y para ello se deben evitar los alimentos grasos, bebidas azucaradas, dulces, mariscos, bebidas alcohólicas y productos procesados, como las carnes frías, salchichas y jamones.
Alimentos ricos en carbohidratos simples como el pan blanco, pastas, bebidas azucaradas y dulces causan sobrecarga en el hígado, según información de la revista Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourth.
En el marco de una alimentación equilibrada se puede incluir un producto que ayuda con la limpieza de este órgano, se trata del ajo.
Ajo, aliado del hígado
Este alimento ayuda a reducir lípidos como el colesterol y los triglicéridos. Mejor con Salud indica que el hígado sintetiza lipoproteínas para facilitar el movimiento de las grasas y el colesterol. El organismo necesita un adecuado nivel de colesterol en la sangre para cumplir muchas funciones básicas y el ajo ayuda a prevenir que los niveles de estas sustancias se incrementen.
La mencionada fuente refiere un trabajo publicado en The Internet Journal of Nutrition and Wellness, según el cual el consumo de ajo fresco puede aportar para revertir el estrés oxidativo que causa toxicidad hepática. Esto se debería a sus metabolitos, aminoácidos y proteínas, que cuidarían el hígado de sustancias poco saludables.
Al respecto, una publicación del portal Adelgazar en Casa dice que el ajo es favorable para purificar la sangre y activa las enzimas hepáticas que ayudan a la eliminación de toxinas. Además, contiene alicina y selenio que ayudan en el proceso de limpiar este órgano. Para obtener sus beneficios es posible incorporarlo a la dieta como un condimento más o preparar algún remedio natural.
Al ser fuente de alicina y ajoeno, este alimento es un antibiótico natural. Gracias a ello mantiene el hígado limpio de una acumulación de bacterias y hongos que pueden provocar una intoxicación o una afección más grave, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.
Adicionalmente, cuenta con propiedades diuréticas que favorecen la eliminación de toxinas y líquidos corporales acumulados en el mencionado órgano a través de la orina.
Bueno para bajar de peso
El ajo es un producto que inhibe el apetito, por lo que su consumo hace que la persona se sienta saciada. A esto se suma que es un ingrediente que ayuda a mejorar el metabolismo. Mejor con Salud explica que sus efectos en el sistema nervioso hacen que el cuerpo aumente la producción de la hormona adrenalina. De esa manera, se incrementa el consumo de calorías, lo cual es muy útil para quemar y evitar acumular grasas, según afirma un estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Texas (Estados Unidos).