Los alimentos probióticos son considerados funcionales, porque además de tener vitaminas y minerales importantes para nutrir el organismo, contienen levaduras y bacterias buenas que ayudan en el mantenimiento de la salud, contribuyendo a la buena digestión, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.
“Los probióticos actúan principalmente en el aparato digestivo, donde pueden afectar el microbioma intestinal. Este microbioma está formado por muchos microorganismos (en su mayor parte bacterias) que viven en su mayoría en el intestino grueso. Cuando una persona come o bebe suficientes probióticos, estos le ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal, y además podrían proporcionar otros beneficios para la salud”, explican los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Es más, el portal reveló que el superalimento probiótico para combatir el estreñimiento, la diarrea, los gases y la hinchazón es el miso, un alimento tradicional de la cocina japonesa, preparado a partir de la fermentación de la soja con sal, cebada, arroz o centeno, y koji, que es un tipo de hongo, formando una pasta que suele ser utilizada como condimento en sopas.
Además, indicó que “este alimento es rico en proteínas, vitaminas y minerales, como vitamina K, manganeso, zinc y cobre”.
Respecto a los beneficios, indicó que “es un excelente probiótico que ayuda a mantener las bacterias buenas intestinales, que son importantes para el buen funcionamiento del intestino. De esta manera, el miso ayuda a mejorar las defensas del organismo contra toxinas y bacterias nocivas, además de mejorar la digestión y reducir la diarrea, el estreñimiento y el exceso de gases intestinales”.
Ahora bien, para obtener los beneficios del miso este debe incluirse en una alimentación saludable que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día; menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas y se deben consumir menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Adicional, para tener una buena salud intestinal y combatir el estreñimiento, la diarrea, los gases y la hinchazón se deben seguir otras recomendaciones, como, por ejemplo:
- Beber abundante agua y, lo recomendado para los hombres son 3,7 litros diarios de agua y para las mujeres 2,7 litros, pero no hace falta ser tan estrictos, ya que los líquidos de la comida y otras bebidas también cuentan, así que es preferible tratar de tomar suficientes líquidos mediante una dieta variada y un conjunto de bebidas.
- Incorporar abundantes cantidades de alimentos ricos en fibra en la dieta, incluidos los frijoles, vegetales, frutas, cereales integrales y salvado. En general, intentar consumir 14 gramos de fibra por cada 1.000 calorías.
- Hacer suficiente ejercicio (las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, OMS, son realizar al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana) y entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
- Dormir bien: la mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud y funcionamiento mental.
- Tomarse el tiempo para evacuar, y cuando se sienta el impulso de defecar, no pasarlo por alto y procurar establecer horarios regulares para evacuar el intestino, especialmente después de una comida.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.