El corazón es uno de los órganos más susceptibles a padecer enfermedades si las personas no llevan hábitos de vida saludables. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) afectan tanto la salud del corazón, como de los vasos sanguíneos e incluyen diversos tipos de cardiopatías, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Una de las razones más frecuentes que causa estas afecciones está relacionada con la aterosclerosis, la cual se presenta cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias, formando placas que con el tiempo estrechan los vasos sanguíneos, afectando el flujo de la sangre. “Si una arteria resulta obstruida esto puede llevar a que se presente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular”, precisa la mencionada institución.
En este sentido, el portal Salud Mapfre, de España, asegura que la alimentación es, junto con la actividad física, la fórmula clave para evitar el desarrollo de este tipo de afecciones. La dieta tiene una relación directa en la aterosclerosis y ejerce influencia sobre otros factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, la obesidad o la diabetes.
Consumir frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales es clave para mantener en buen estado la salud del corazón y en el marco de esa dieta equilibrada pueden incluirse algunos productos, que si bien no son tratamientos, sí ayudan a mejorar la condición de este órgano.
Uno de ellos es astrágalo, considerado un superalimento. Es una planta medicinal utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional china como remedio tonificante, para aliviar el cansancio y la falta de apetito y para regular el tránsito intestinal, entre otras muchas aplicaciones, precisa el portal Cuerpo Mente.
La mencionada fuente refiere un estudio publicado en Journal of Functional Foods, según el cual la raíz seca del astrágalo chino contiene varios tipos de sustancias activas, entre ellas flavonoides, polisacáridos y saponinas. Entre sus flavonoides destaca la quercetina y varias isoflavonas.
Frente al cuidado del corazón, se dice que esta planta facilita su trabajo al dilatar los vasos sanguíneos, lo que favorece el flujo de la sangre, al tiempo que ayuda a desinflamar.
“En un estudio clínico se administró 2,25 gramos de astrágalo dos veces al día durante dos semanas a pacientes con insuficiencia cardíaca, junto con el tratamiento convencional. Las personas que participaron del análisis presentaron mejoras en el funcionamiento de su corazón frente a los que solo habían tomado fármacos”, asegura Cuerpo Mente. Además, reduce los síntomas de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco).
Refuerza el sistema inmune
De otra parte, en la cultura popular se asegura que la raíz de esta hierba es capaz de aumentar el recuento de glóbulos blancos que pueden prevenir y reducir las infecciones por virus y bacterias, incluyendo las que producen resfriados y gripas.
Debido al estímulo que provoca sobre la inmunidad, el astrágalo no está recomendado en las personas que sufren trastornos autoinmunes, como lupus, esclerosis múltiple o artritis reumatoide, a menos que el médico autorice su uso. De igual forma, no se debe tomar si por cualquier razón se está bajo tratamiento con inmunosupresores.
Además de resultar efectiva a la hora de prevenir y tratar las infecciones de las vías respiratorias altas, este alimento se considera un buen protector hepático y se emplea en el tratamiento de la hepatitis crónica. También se cree que la raíz de astrágalo podría ser útil como coadyuvante en la terapia contra el cáncer, mejorando la respuesta de los pacientes y reduciendo la toxicidad de la quimioterapia y la radioterapia, precisa el portal Dos Farma.
De igual forma, se dice que ayuda a tratar la diabetes y la hipertensión arterial, e incluso la esclerosis múltiple. Así mismo, puede contribuir al control de los niveles de colesterol y triglicéridos, y a mejorar la infertilidad masculina.
Por último, su consumo moderado ayuda a los riñones, puesto que reduce la presencia de proteínas en la orina, así como el riesgo de padecer infecciones en personas con insuficiencia renal. La disminución de las posibilidades de infección después de seis meses tomando este alimento alcanza el 38 % en las personas que sufren síndrome nefrótico, según un estudio de la Universidad de Sichuan.