La Superluna azul en Piscis, que dominará el cielo durante la noche que abarca del 30 al 31 de agosto, ejercerá su influencia en las emociones desde lo más profundo.
Esta luna llena es particularmente especial debido a su posición en Piscis, lo que probablemente brindará una intensa oleada de sentimientos e impulsos.
Al tratarse de un signo de agua, Piscis, y dada la naturaleza de la Luna llena, esta fase será especialmente introspectiva, brindando la oportunidad de conectarse con la esencia, los deseos más profundos -especialmente en cuestiones amorosas- y recargar la energía que nos rodea, armonizando de manera perfecta con el universo.
Rituales de Superluna azul
Para las malas energías
Para aprovechar al máximo la influencia de la Superluna azul y contrarrestar las malas energías mientras se atraen las positivas, es recomendable llevar a cabo este ritual durante la primera noche de su aparición.
Cuando la Luna llena sea visible en el cielo nocturno, se puede realizar un altar con elementos específicos: una vela en tono violeta o morado, una copa de agua con sal, una cinta del mismo color y un limón verde.
El portal Clarín asegura que “debe encenderse la vela y cerrar los ojos, visualizándose rodeado de un aura protectora de tonos violeta que resguarda de influencias negativas. Luego, debe imaginar la felicidad, la realización de los sueños y la compañía de personas que aportan bienestar. Al concluir este proceso, afirmar con gratitud: gracias, gracias, gracias”.
Una vez que la vela se haya apagado, verter el agua en un lugar con tierra, como una maceta. Atar la cinta en la muñeca o tobillo, permitiendo que se desprenda con el tiempo. Colocar el limón en un área de la casa donde pase con frecuencia. Cuando el limón se vuelva marrón y seco, es momento de desecharlo en la basura. Este ritual busca equilibrar y renovar las energías, a la vez que los conecta con la poderosa energía de la Superluna azul.
Para el amor
Este ritual está diseñado para aquellos que anhelan compartir su vida con un amor significativo y desean superar la sensación de soledad. Para llevar a cabo este proceso, se requiere un recipiente en el cual se añade una cucharada de azúcar junto con algunas gotas del perfume que se utiliza comúnmente. En un papel aparte, se redacta con sinceridad la auténtica intención de encontrar a una persona con la cual compartir la vida.
Una vez que todos los elementos estén dispuestos, se sugiere ubicar el recipiente bajo la luz de la Luna o cerca de una ventana para que pueda absorber la influencia lunar. Se enciende una vela de color rosa y, durante unos momentos, se concentra la atención en el deseo plasmado en el papel, visualizándolo con claridad. El recipiente se deja en su lugar durante toda la noche.
En la mañana siguiente, se puede desechar el azúcar en una maceta o en un sitio con tierra, permitiendo que la energía se disperse. El papel con la intención debe resguardarse en un lugar personal y seguro, como un cajón, hasta que el objetivo de encontrar un compañero de vida se materialice. El propósito de este ritual es atraer energías positivas y manifestar el deseo de compartir la vida con un amor auténtico.
Para fortalecer una relación
Según Vogue.mx, “si alguien siente que su relación de pareja necesita una revitalización, reavivar la pasión o renovar el interés mutuo, puede considerar llevar a cabo este ritual específico”.
En primer lugar, se escribe el nombre de la pareja en un papel blanco tres veces. Luego, el papel se dobla y se coloca en una copa de vidrio o cristal vacía. Se espolvorea canela en polvo sobre el papel (o se añade una ramita de canela si está disponible) y se agrega también un anillo propio.
Una vez que la Luna llena se hace visible en el cielo, se ubica la copa bajo su luz o cerca de una ventana. Junto a la copa se coloca una vela rosa o roja.
Al encender la vela, la persona se visualiza rodeada por un aura de color rosado. A continuación, se dedican unos minutos a imaginar todo lo que se desea para mejorar la relación. Se imaginan momentos felices junto a la pareja y una actitud amorosa.
Cuando la vela se apaga, la persona se coloca el anillo y guarda el papel en un cajón donde guarda objetos personales. La copa se lava y se guarda para su uso futuro. Este ritual tiene como objetivo crear una conexión especial y mejorar la relación de pareja a través de la visualización y la energía positiva.