Las vitaminas son muy importantes para el bienestar del organismo. Contribuyen al desarrollo y crecimiento óptimo del cuerpo humano. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las personas necesitan 13 vitaminas, que son:
- Vitamina A.
- Vitaminas B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, biotina, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato o ácido fólico).
- Vitamina C.
- Vitamina D.
- Vitamina E.
- Vitamina K.
Una alimentación saludable es la que contribuye a aprovechar los beneficios de las vitaminas. “En algunos casos, es posible que se necesite un multivitamínico diario. Es una buena idea hablar con su proveedor de salud al respecto. Altas dosis de algunas vitaminas pueden ocasionar problemas”, explica la Biblioteca. En caso de que se consuma en exceso es importante visitar un centro médico para recibir la atención profesional adecuada.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) para algunas personas puede ser muy beneficioso consumir algunos nutrientes que se incluyen en los suplementos de vitaminas y minerales:
- En el caso de las embarazadas, el consumo de 400 mcg/día de ácido fólico a través de alimentos y suplementos dietéticos disminuye el riesgo de que el bebé desarrolle defectos congénitos del cerebro y la columna vertebral.
- Si se está embarazada y se tiene una dieta vegetariana o vegana, un médico podría recetar otros nutrientes como vitamina B12 y ácidos grasos omega 3.
- Un bebé que esté siendo amamantado puede necesitar un suplemento de vitamina B12, en caso de que su madre tenga un déficit de vitamina B12 o sigue una dieta vegana.
- Si se tienen más de 50 años, bajo supervisión médica, se puede consumir vitamina B12 en caso de que el organismo no absorba suficientemente los nutrientes de esta vitamina a través de los alimentos.
- Si se tiene una dieta baja en calorías o no se consume una variedad de alimentos, bajo receta médica, se puede consumir un suplemento de multivitaminas y minerales.
Déficit de vitaminas
Vitamina A
La carencia de esta vitamina es poco frecuente. Cuando esto sucede se pueden presentar dificultades en la visión o ceguera. Su déficit puede afectar gravemente el desarrollo de los niños. De acuerdo con Unicef, “la carencia de Vitamina A afecta en los países en desarrollo al sistema inmunológico de aproximadamente el 40 % de los niños menores de cinco años. Supone la muerte de un millón de niños y niñas cada año”, explica Mejor con Salud.
Vitaminas B
De acuerdo con Mejor con Salud, a continuación algunas de las afecciones que pueden sufrir las personas si carecen de las diferentes vitaminas B:
- Vitamina B1 o tiamina: su deficiencia aumenta el riesgo de padecer “beriberi”, una enfermedad neurológica, la cual puede conducir a trastornos cardiovasculares.
- Vitamina B2 o riboflavina: problemas en las mucosas, como ojo seco, lagrimeo constante, inflamación de la lengua, etc.
- Vitamina B3 o niacina: la falta de esta vitamina ocasiona una enfermedad grave llamada “pelagra”.
- Vitamina B5 o ácido pantoténico problemas neurológicos, dermatológicos y gastrointestinales.
- Vitamina B6 o piridoxina: problemas digestivos o nerviosos.
- Vitamina B9 o ácido fólico: anemia de tipo megaloblástico. También afecta el crecimiento y el desarrollo mental normal.
- Vitamina B7 o biotina. Cuando hay un déficit de esta vitamina hay riesgo de padecer dermatitis y problemas gastrointestinales, nerviosos y musculares.
- Vitamina B12 o cobalamina. Anemia perniciosa y problemas sanguíneos y neuromusculares.
Deficiencia de vitamina C: cansancio y debilidad, encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes, hemorragias en la piel y otras hemorragias. Por ejemplo, sangrado nasal, sangre en la orina o en las heces, estrías hemorrágicas debajo de las uñas y anemia.
Deficiencia de vitamina D: la carencia de este tipo de vitamina puede producir cansancio, dolor o debilidad muscular, sobre todo en la parte inferior de la espalda y en las caderas.
Vitamina E: cuando hay un déficit grave de esta vitamina se pueden presentar síntomas neurológicos como equilibrio y coordinación deficiente (ataxia), daños en los nervios sensoriales (neuropatía periférica), debilidad muscular y daños en la retina del ojo.
Vitamina K: hematomas (moretones) y problemas de sangrado debido a que la coagulación de la sangre es más lenta. Debilidad en los huesos y mayor riesgo de osteoporosis.