El tabaquismo es una práctica que puede poner en riesgo la salud de las personas. Cabe aclarar que la nicotina no produce cáncer, pero el humo del tabaco contiene al menos 69 sustancias químicas cancerígenas.

“Las tasas generales de muerte por cáncer de los fumadores son dos veces más altas que las de los no fumadores, y el riesgo de fallecimiento por cáncer de los fumadores empedernidos es cuatro veces mayor que el de los no fumadores”, apunta el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos.

Por su parte, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos explica que uno de los factores de riesgo para padecer cáncer de vejiga es el tabaquismo, especialmente por fumar cigarrillos.

Otros de los factores de riesgo para padecer este tipo de cáncer incluyen los siguientes:

  • “Tener antecedentes familiares de cáncer de vejiga.
  • Tener ciertos cambios en los genes que se relacionan con el cáncer de vejiga.
  • Haber recibido tratamiento con radioterapia dirigida a la pelvis o con ciertos medicamentos contra el cáncer, como la ciclofosfamida o la ifosfamida.
  • Consumir Aristolochia fangchi, una hierba china.
  • Tomar agua de pozo con concentraciones altas de arsénico.
  • Tomar agua tratada con cloro.
  • Tener antecedentes de infecciones de vejiga, como las producidas por Schistosoma haematobium.
  • Usar catéteres urinarios por un período prolongado”.

Es importante que en caso de observar cambios en la orina, como presencia de sangre, se consulte inmediatamente a un médico para recibir un diagnóstico profesional correcto y, en caso de que sea necesario, un tratamiento oportuno.

“Muchas veces, cuando los primeros síntomas de cáncer de vejiga aparecen, el cáncer ya se ha diseminado a alguna otra parte del cuerpo. En este caso, los síntomas dependen del lugar al cual se diseminó el cáncer. Por ejemplo, el cáncer que se ha diseminado a los pulmones puede provocar tos o falta de aire, el que se ha diseminado al hígado puede provocar dolor abdominal o ictericia (color amarillento de la piel y la parte blanca de los ojos) y el que se ha diseminado a los huesos puede provocar dolor óseo o una fractura (hueso roto). Otros síntomas del cáncer de vejiga avanzado pueden incluir dolor en la espalda o la pelvis, pérdida del apetito inexplicable y pérdida de peso”, explica la Sociedad Americana de Oncología Clínica.

El tabaquismo también tiene efectos negativos en la salud de la piel, pues contribuye al envejecimiento de esta y, especialmente, en la aparición prematura de las arrugas.

Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explican que esto ocurre porque “una serie de sustancias químicas desencadenan eventos moleculares que cambian o dañan estructuras que son necesarias para la salud y elasticidad de la piel” y “la nicotina hace que los vasos sanguíneos se achiquen, lo que reduce el flujo de oxígeno y los nutrientes a las células de la piel”.

Adicionalmente, la acción de entrecerrar los ojos y fruncir los labios al momento de fumar contribuye a que aparezcan líneas alrededor de los ojos y de la boca.

Cáncer de vejiga

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los síntomas del cáncer de vejiga son:

  • Sangre en la orina. Este es el síntoma más común.
  • Dolor al orinar.
  • Dolor de espalda.
  • Dolor pélvico.

Según explica el Ministerio de Salud de Colombia, en el documento ‘Observatorio Nacional de Cáncer, guía metodológica’, tener un estilo de vida saludable es fundamental para disminuir factores de riesgo que contribuyan al desarrollo de cáncer.