Los talones agrietados son una alteración de la dermis que se produce cuando la piel de los pies está tan seca y tan dura, que se empieza a desgarrarse.
En concreto, son conocidos como fisuras y son un signo claro de un mal cuidado de los pies. Sin embargo, también son síntoma de deshidratación y, en algunos casos, cuestiones de salud.
Esto suele ocurrir cuando la piel que rodea los talones se reseca, no se hidrata adecuadamente y recibe la presión del cuerpo sobre ella. En casos menores, este problema también puede indicar deficiencia de zinc y de ácidos grasos omega-3, según el portal Mejor con Salud.
El portal especializado en podología, Podactiva, señala que la piel del pie es diferente a la del resto del cuerpo. Se caracteriza por tener un mayor número de células adiposas. Es decir, un mayor espesor para amortiguar el continuo roce al caminar, llegando a ser 50 veces más gruesa que la de la zona de la mejilla de la cara. Además, tiene pocas sustancias grasas y, por eso, no cumple correctamente su función “hidratante”.
Plátano y aguacate para los talones agrietados
Los plátanos, gracias a sus propiedades hidratantes, son ideales para renovar la piel de los pies. Las vitaminas y minerales contenidas en esta fruta favorecen la reparación de los tejidos afectados y suaviza y evita, incluso, la formación de callos, según el diario El Universal, en su sección de salud.
- Esta mascarilla ayuda a hidratar la piel, suaviza y mejora notablemente la apariencia de los talones secos.
- Solo se debe preparar una pasta con un plátano y un aguacate maduro.
- Aplicar esta mezcla sobre la piel de los talones agrietados, dejar actuar media hora y enjuagar.
Otros remedios para los talones agrietados
Manzanilla
- Otro de los remedios caseros que quitan los callos de los pies es la manzanilla, una planta medicinal que los elimina sin dolor alguno: preparar dos tazas de té y sumergir los pies en la infusión durante 15 minutos; mientras esto sucede, masajear el área con una piedra pómez.
Bicarbonato de sodio
- Después, cubrirlos con medias y dejarlos reposar durante toda la noche; enjuagar en la mañana. Hacer este remedio casero diariamente para quitar los callos de una forma rápida.
Glicerina y limón
- Verter en un recipiente grande una buena cantidad de agua caliente, sal gruesa, glicerina, jugo de limón y agua de rosas. Luego, sumergir los pies de 15 a 20 minutos.
- Utilizar una piedra pómez para ablandar la piel reseca de los talones y facilitar la eliminación de durezas.
- También se puede preparar la mezcla solo con glicerina, jugo de limón y agua de rosas y aplicarla directamente sobre la piel endurecida de los talones.
- Posteriormente, colocarse unos calcetines y dejarlo actuar toda la noche.
- Se recomienda, repetir el mismo tratamiento cuatro o cinco días seguidos.
Cebolla
- Se pueden eliminar los callos de los pies frotando la mitad de una cebolla directamente sobre la piel afectada. La cebolla tiene propiedades antiinflamatorias que reblandecen la piel engrosada.
Limón
- Este remedio casero es sencillo y rápido de hacer, ya que para eliminar los callos en los pies. Tan sólo se necesita aplicar unas gotas de limón sobre estos y dejarlas actuar durante toda la noche.
- A la mañana siguiente, enjuagar los pies y protegerlos de la fricción con medias. Hacer este truco de belleza durante una semana y para notar el cambio.