El té azul, también conocido como té oolong o dragón negro, es una variedad de origen asiático que ha ganado popularidad debido a su particular sabor, que es una mezcla entre el té verde y el rojo, pero con un aroma más frutal y floral.

Sin embargo, el sabor no es lo único que llama la atención. Este té ha sido durante mucho tiempo parte del Ayurveda (medicina tradicional y alternativa originaria de India) y de acuerdo con una publicación en la revista médica Journal of Ethnopharmacology, se ha utilizado durante siglos como agente potenciador de la memoria, antiestrés, ansiolítico, antidepresivo, anticonvulsivo, tranquilizante y sedante.

Sobre este producto se han realizado diversos estudios que han revelado sus bondades cuando se trata de adelgazar, gracias a que favorece la quema de grasas, la eliminación de líquidos y, la pérdida de volumen e inflamación del cuerpo.

Según información del portal Mejor con Salud, el consumo habitual de té azul puede aumentar el metabolismo en proporciones superiores a las de otras variedades, por lo que permite quemar grasas de modo natural.

De igual forma, es un antioxidante, previene y mejora la condición del hígado graso, tiene componentes que ayudan a aumentar las defensas del organismo y cuida el sistema cardiovascular, gracias a que limpia arterias y mejora la circulación.

Según un estudio publicado en la revista médica International Journal of Obesity and Related Metabolic Disorders, citado en la sección de salud del medio Ok Diario, el té azul colabora en la pérdida de peso al prevenir y combatir la enfermedad del hígado graso.

Esta afección es responsable de provocar aumento de peso, especialmente en la zona del vientre. El té azul ayuda a quemar la grasa de esta zona del cuerpo. Esto se debe a que esta variedad de té contiene catequina EGCG, galato de epigalocatequina, un componente que acelera el proceso de quema de calorías al impulsar el metabolismo.

Es diurético

Otra de sus propiedades es que ofrece una acción diurética, lo que impide la acumulación de líquidos y toxinas, que a su vez favorece la pérdida de volumen.

También es beneficioso para el funcionamiento del sistema digestivo, pues estimula la producción de las secreciones gástricas y beneficia el proceso de la digestión de los alimentos. Por último, es depurativo, lo que facilita las funciones del hígado y evita que las toxinas y sustancias nocivas se queden acumuladas en el cuerpo, perjudicando su salud.

¿Cómo prepararlo?

Este té tiene unas reglas específicas para su preparación. Para elaborarlo se agrega una cucharadita de hojas de té azul por cada taza de agua. Lo recomendable es utilizar agua mineral. De ser posible, se aconseja usar un recipiente que no sea de metal, ya que este material quita muchas de las propiedades de los tés y las infusiones.

Para preparar un buen té azul, el agua debe estar muy caliente, entre unos 90 y 100 grados centígrados. Una vez se hayan agregado las hojas y el agua haya hervido, se deja en reposo solo tres minutos. Es importante que solo pase ese tiempo porque esta variedad de té se oxida rápidamente.

Lo ideal es que se consuma una hora antes de las principales comidas o una hora después. Es importante advertir que el té contiene taninos, por lo que impide una buena absorción del hierro si se toma inmediatamente después de haber comido.

Se puede consumir dos veces al día, pero es necesario consumirlo en el marco de una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física. De igual forma, se debe consultar con el médico antes de iniciar una ingesta continuada del mismo.