Durante años, el ajo se ha utilizado para condimentar los platos más populares que existen. Sin embargo, pocos conocen sus beneficios para la salud en general.
Un estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry demostró, tras un experimento, que el ajo era capaz de bajar los niveles de colesterol, así como la presión arterial.
De hecho, al tener la función anticoagulante, mejora la circulación, reduce el nivel de grasas en la sangre y disminuye los niveles de colesterol malo (LDL) y aumenta las defensas del organismo en general, según el portal Salud180.
Además, al mejorar la salud cardíaca, favorece la circulación, reduce el colesterol malo o LDL, dilata los vasos sanguíneos y evita la arterioesclerosis. Ayudaría de esta manera a acelerar el metabolismo, según el portal Mejor con Salud.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), llevaron a cabo un metaanálisis que analizó 26 trabajos previos que evaluaban los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol. En general, el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG). Los resultados apuntan que los efectos del ajo fueron más marcados en personas con un tratamiento a largo plazo.
Ahora bien, para obtener todos sus beneficios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere estas pautas: una dosis diaria de 2 a 5 g de ajo fresco (aproximadamente un diente de ajo), de 0,4 a 1,2 g de ajo en polvo seco, de 2 a 5 mg de aceite de ajo, de 300 a 1.000 mg de extracto de ajo, u otras formulaciones equivalentes de entre 2 y 5 mg de alicina.
Té de ajo
El té de ajo es una bebida con un gusto muy particular, por ello mismo, se le suelen añadir limón y jengibre, que también tienen propiedades medicinales.
Ingredientes:
- Miel (21 g).
- 1 diente de ajo.
- 1 vaso de agua (200 ml).
- Jengibre rallado (3 g aproximadamente).
- 1 cucharada de jugo de limón (15 ml).
Preparación:
- Poner el agua a hervir.
- Mientras se calienta el agua, trocear el ajo o, si se desea, picar en pedazos más pequeños. Hacerlo según se prefiera. De este modo, se optimizan sus propiedades durante la cocción.
- Una vez que el agua bulla, añadir el jengibre rallado y el ajo previamente cortado. Dejar cocer durante 15 minutos o 20 minutos.
- Transcurrido ese tiempo, retirar del fuego y dejar reposar la infusión otros 10 minutos más.
- Colar y reservar el agua que resulte de la cocción.
- Añadirle el jugo de limón natural y la miel para endulzarla.
- No hay que preocuparse por el mal aliento que pueda dejar el ajo. Al haber incluido en la cocción el jengibre y el limón, su olor característico desaparecerá por completo.
- Se recomienda consumir con moderación.
Ajo y jengibre
Ingredientes:
- 4 dientes de ajo.
- 2 litros de agua.
- 3 centímetros de raíz de jengibre.
- 124 ml de zumo de limón.
- 100 gramos de miel. (opcional).
Preparación:
- Lavar bien el ajo y el jengibre.
- Meterlos con todos los ingredientes en la batidora.
- Licuar hasta que quede una mezcla uniforme.
- Colar el líquido.
- Meterlo en una tapa hermética.
- Dejarlo en reposo durante cinco días en la nevera.
Té de ajo, limón y canela
Ingredientes:
- 3 dientes de ajo machacado.
- 2 astillas de canela.
- 2 tazas de agua.
- ½ limón.
- Miel de agave (al gusto).
Preparación:
- Hervir el agua y agregar el ajo y la canela.
- Bajar el fuego y dejar que suelte la consistencia durante 10 minutos.
- Dejar que se enfríe un poco y añadir el jugo del medio limón y endulzar con miel al gusto.