El colesterol es una sustancia similar a la grasa e indispensable para la vida de los seres humanos. Se encuentra en las membranas celulares del organismo, desde el sistema nervioso hasta el hígado y el corazón.

Los expertos señalan que el cuerpo requiere de esta sustancia para fabricar hormonas, ácidos biliares y vitamina D. Sin embargo, el aumento del colesterol en la sangre y su depósito en las arterias puede ser peligroso y producir ateroesclerosis.

Las personas con antecedentes familiares, sobrepeso o consumidoras de comida alta en grasas son muy propensas a padecer niveles altos de colesterol. Otros factores de riesgo pueden ser la diabetes, la enfermedad renal o el síndrome de ovario poliquístico, entre otros, asegura el portal Top Doctors.

El mejor tratamiento para regular los niveles de colesterol es la adopción de hábitos saludables, tales como: no fumar, comer alimentos bajos en grasas, evitar las grasas saturadas, hacer ejercicio y mantener un peso saludable.

Además de esto, existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a controlar los niveles de colesterol. Uno de ellos es el ajo, ingrediente muy apreciado en la cocina mediterránea debido a su aroma y sabor, pero durante siglos también ha sido valorado por sus propiedades curativas.

Las propiedades terapéuticas del ajo son amplias. Es diurético, depurativo, antiséptico y antibacteriano. Según la Fundación Española del Corazón, esta hortaliza ha sido utilizada desde tiempos remotos en el tratamiento de diversas afecciones, lo que ha dado pie a múltiples ensayos que buscan corroborar sus beneficios.

Uno de estos estudios lo realizaron investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong, China, quienes llevaron acabo un metaanálisis que evalúo 26 trabajos previos, los cuales analizaban los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol.

El ajo puede ayudar en la reducción de la presión arterial. | Foto: Getty Images

Los resultados apuntan que los efectos del ajo son muy favorables y fueron más marcados en personas con un tratamiento a largo plazo. El ajo en polvo y el extracto de ajo envejecido fueron más eficaces en la reducción de los niveles séricos de colesterol total, mientras que el aceite de ajo resultó mejor para controlar los triglicéridos altos.

“Los autores del estudio concluyen que el ajo podría reducir los niveles de colesterol total y triglicéridos, y sostienen que una terapia con ajo podría ser beneficiosa en pacientes con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”, precisa la Fundación Española del Corazón.

Beneficios cardiovasculares

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, también ha realizado análisis en torno a los beneficios del ajo y destaca la reducción de la presión arterial alta y la disminución del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis); que es precisamente la enfermedad que se genera cuando los niveles de colesterol adherido a las arterias es alto.

El ajo es un alimento rico en minerales como selenio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo, y vitaminas, entre las que destacan las del grupo B (B1, B3, B6) y pequeñas cantidades C y E.

Dado que consumir un diente de ajo en ayunas no puede resultar muy agradable; una de las mejores opciones de prepararlo es en té, bebida que en el ámbito popular es reconocida porque ayudaría a mejorar la salud cardíaca, al tiempo que favorecería la circulación y la reducción del colesterol malo, así como la dilatación de los vasos sanguíneos, según indica el portal Mejor con Salud.

Para mejorar su sabor y obtener beneficios adicionales, a este bebida se le puede agregar limón y jengibre, que también tienen ciertas propiedades medicinales. En el caso del limón, se trata de una de las especies de cítricos más importante junto con la naranja y la mandarina. Esta fruta, además de ser rica en vitamina C, posee poco contenido calórico, sustancias antioxidantes, potasio y minerales

Por su parte, estudios tanto en humanos como en animales, han demostrado que el jengibre puede conducir a reducciones significativas en los niveles de colesterol LDL (malo), colesterol total y de triglicéridos en la sangre, asegura el portal especializado Healthline.

Para preparar el té de ajo se requiere de un diente de este vegetal, un vaso de agua, tres gramos de jengibre rallado, una cucharada de jugo de limón y miel. Se pone a hervir el agua, se pica en pedazos pequeños el ajo. Una vez el agua hierva, se agrega el jengibre y el ajo y se deja cocinar de 15 a 20 minutos, luego se retira del fuego y se deja reposar por 10 minutos. Se cuela y se añade el limón y la miel para endulzar, luego se bebe.

La recomendación de los expertos es consumirlo con moderación y preferiblemente en ayunas, justo después de levantarse.

Si bien se trata de una bebida natural que puede ser beneficiosa, los expertos siempre recomiendan consultar con el médico para evitar algún tipo de complicación.