La cebolla es un ingrediente que muchos quieren, pero otros odian, ya sea por su sabor, su olor o su textura. Sin embargo, la mayoría no sabe que puede ser el aliado perfecto para adelgazar.
De hecho, como la mayoría de las frutas y verduras, la cebolla contiene un alto porcentaje en agua. Además, se destaca por su bajo contenido en calorías, unas 40 por cada 100 gramos de cebolla, explica Ana Molina Jiménez, licenciada en Farmacia y dietista y nutricionista en AM Nutrición Integral.
Este alimento ayuda a adelgazar, ya que estimula la actividad gástrica, elimina el exceso de líquidos y es bajo en calorías. Además, por su riqueza en potasio y escaso sodio, es diurética y ayuda en casos de hipertensión, edemas y piernas pesadas.
Según el magacín Mundo Deportivo, en su sección de salud y bienestar, gracias a su riqueza en algunos aceites esenciales como la aliina y la alicina, la cebolla roja o morada contiene propiedades antitrombóticas que brindan beneficios en la salud cardiovascular, como: prevenir la formación de coágulos y mejorar la circulación sanguínea y combatir enfermedades circulatorias como arteriosclerosis e hipertensión.
Además, de acuerdo a Motunrayo Oduneye, dietista jefa del Hospital Universitario de Ibadan, consultada por la sección Alimente+ de El Confidencial, la acción antiinflamatoria sumada a los flavonoides propios de la cebolla pueden favorecer la disolución de los coágulos sanguíneos, comunes entre los pacientes hipertensos, lo que podría mejorar la presión arterial.
Adicionalmente, las cebollas contienen vitamina C, aportando el 13 % de la dosis diaria recomendada. La vitamina C juega un papel muy importante en el funcionamiento del sistema inmunológico, según el Instituto Nacional de Salud.
La cebolla tiene propiedades beneficiosas para la salud arterial y el corazón, que además ayudan a mejorar la circulación y combaten el colesterol y la hipertensión. Por eso, para aprovechar sus beneficios se recomienda consumir todos los días el jugo de media cebolla cruda mezclado con una cucharadita de miel, según el portal Mejor con Salud.
Té de cebolla
Ingredientes:
- 1 taza de agua.
- 1/2 cebolla.
- Miel.
Preparación:
- Cortar la cebolla finamente y machacar.
- Extraer el jugo de la cebolla o bien, se puede utilizar un procesador.
- Llevar a un recipiente y mezclar con el agua.
- Poner al fuego en una olla y dejar hasta que alcance el hervor.
- Luego, apagar y dejar reposar unos minutos.
- Servir y acompañar con miel.
Infusión de cebolla y ajo
Ingredientes:
- Una cebolla.
- Agua.
- Ajo.
Preparación:
- Picar finamente la cebolla y agregarla al agua hervida.
- Dejar unos minutos para hacer la infusión, para luego agregar miel y así endulzar.
- Posteriormente, colarlo y ya está listo para ser bebido.
El té de cebolla también se puede obtener presionando una cebolla y mezclándola con agua caliente. Para darle sabor, añadir una rama de canela o ajo.
Caldo de cebolla
Ingredientes:
- 6 o 7 cebollas grandes.
- 2 pimientos verdes grandes.
- 3 tallos de apio maduro.
- 6 tomates.
- La mitad de un repollo o una col.
- Pimienta y sal.
Preparación:
- Lavar las verduras y cortarlas en pequeños trozos, quitándoles cuando sea necesario las semillas (como es el caso de los pimientos).
- Después, añadirlas a una cazuela u olla con abundante agua para hervirlas.
- Una vez que estén hervidas, solo queda salpimentarla al gusto y listo, la sopa de cebolla está lista.
Recomendaciones:
Aunque aún no se conocen los efectos secundarios cuando se trata del té de cebolla, se sabe que cuando se consume en exceso o en grandes cantidades, puede provocar hinchazón y diarrea. Cabe resaltar que el consumo de té de cebolla solo debe administrarse bajo la supervisión de un médico.