Los productos naturales cada vez cobran más importancia en la larga lista de estrategias que utilizan las personas para bajar de peso, un objetivo que no siempre es fácil de alcanzar, pero que sí es clave si de tener una buena salud se trata.
De acuerdo con los especialistas, la mejor fórmula para mantener un peso saludable es clara y debe soportarse en la ingesta de una alimentación balanceada y la práctica regular de ejercicio físico. En muchas ocasiones las personas recurren a las dietas. Sin embargo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, no siempre estas funcionan y por ello lo ideal es adelgazar de manera gradual para evitar volver a ganar el peso.
En ese proceso es clave, por ejemplo, restringir la ingesta de carbohidratos. Una manera de consumir el tipo y la cantidad adecuada es usar tablas de índice glucémico (IG) que facilitan la elección de alimentos. De igual modo, es determinante reducir las grasas, particularmente las saturadas y trans.
La dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales y proteínas, acompañada de ejercicio regular puede complementarse con la ingesta de algunos productos naturales que por sus características ayudarían a perder peso.
En este caso, se trata del jengibre, el limón y la menta. El primero tiene poder antiinflamatorio, es estimulante, digestivo, anticancerígeno y fortalece el sistema inmune, mientras que el limón es diurético y ayuda a eliminar toxinas y la menta es relajante y ayuda en el proceso digestivo.
El jengibre contiene gingerol y shogaol, dos componentes que aceleran el metabolismo y que, por lo tanto, hacen que el cuerpo queme más grasa y consuma más energía.
El limón, en tanto, elimina las toxinas acumuladas, las cuales influyen en el aumento de peso, mejora la digestión y evita la inflamación abdominal o gases, ayuda a quemar más grasas al acelerar el metabolismo y reduce la sensación de hambre.
También ejerce un efecto termogénico, pues cuando se consume, la temperatura corporal se eleva y esto contribuye a quemar grasas acumuladas. Otra de las bondades que se le atribuyen es que controla el apetito al elevar los niveles de serotonina, que es un neurotransmisor que regula la sensación de hambre.
Por su parte, la menta contribuye a mejorar el flujo de bilis en el sistema digestivo, lo que es esencial para bajar de peso, ya que esta sustancia ayuda a digerir las grasas.
Según información del portal Gastrolab, de México, esta planta también ayuda a desinflamar el abdomen y a sentirse satisfecho. “Sus efectos relajantes, en especial cuando está caliente, ayudan a calmar el estado de ánimo, lo que reduce la inflamación por estrés y el aumento de cortisona, la cual es responsable de distribuir la grasa en la cara o el cuello y provoca la retención de líquidos”, asegura el mencionado sitio web.
Adicionalmente, evita problemas digestivos como los gases o la indigestión, gracias a la acción del mentol que ayuda a regular el tránsito intestinal y mejorar la digestión.
La mezcla de estos tres alimentos da como resultado una bebida depurativa y desintoxicante que acelera el metabolismo y, por ende, permite una mayor quema de grasas durante el día. Sin embargo, siempre es importante tener claro que no se trata de remedios milagrosos y que la alimentación debe ser equilibrada, pero que, además, se debe consultar al médico si el objetivo es ingerir de forma regular estos productos.
¿Cómo prepararlo?
Para elaborar esta bebida se requiere de un litro de agua, tres limones medianos picados, un trozo de raíz de jengibre, dos palitos de canela y un puñado de hojas de menta. Se pone el agua en el fuego para que hierba y cuando llega a ebullición se adicionan todos los ingredientes y se deja por unos 20 minutos más. Posteriormente, se apaga el fuego, se cuela la mezcla y se sirve. Se puede tomar una taza al día en el momento en que la persona prefiera; sin embargo, lo ideal es consumirla en la mañana.