El jengibre es una planta aromática cuyo origen se desconoce, pero se cree que se cultivó durante muchos años en la India y China.
Además, este tallo comestible se caracteriza por ser una alimento picante que aporta varios beneficios para el cuerpo y la mente, por tener propiedades anticoagulantes, vasodilatadoras, expectorantes, analgésicas, digestivas, antiinflamatorias, antieméticas, antitusivas, astringentes, carminativas, antipiréticas y antiespasmódicas.
“Esta es una planta con propiedades medicinales que posee un sabor picante, por lo que puede ser utilizado como un sustituto de la sal y/o para sazonar los alimentos”, señaló el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, ‘Tua Saúde’.
Ahora bien, respecto a sus propiedades específicas y, en especial, la de controlar la diabetes, el portal indicó que “por ser rico en antioxidantes y antiinflamatorios, el té de jengibre ayuda a mejorar las funciones de la insulina, una hormona responsable por controlar los niveles de azúcar en la sangre, previniendo la resistencia a la insulina y la diabetes”.
Asimismo, añadió que “por contener zingibereno, gingerol y curcumeno, que son compuestos fenólicos con potente acción antioxidante, el jengibre ayuda a proteger las células del páncreas contra los radicales libres, manteniendo los niveles adecuados de insulina y evitando, de esta forma, la resistencia a la insulina y la diabetes”.
En consecuencia, para obtener los beneficios, por medio de un té, el portal reveló que “puede prepararse con dos a tres cm del rizoma del jengibre fresco rallado. Para ello, se debe colocar a hervir una taza de agua, retirar del fuego y agregar el jengibre rallado, tapar y dejar reposar durante cinco minutos. A continuación, cuando esté tibio, se debe colar y beber hasta tres tazas al día”.
De igual forma, agregó que “otra forma de preparar el té consisten en mezclar una cucharada de jengibre en polvo con un litro de agua hirviendo”.
Entretanto, el té no es la única forma de consumir jengibre, pues, según Tua Saúde, “puede ser empleado en forma fresca, deshidratada o en polvo, en preparaciones simples como té o incluso en recetas más elaboradas, como sopas, jugos, yogures o ensaladas”.
No obstante, La Prensa Gráfica señaló que hay un grupo de personas que no deben consumir jengibre y en ese grupo están incluidas las personas con bajo peso, pues sus componentes logran acelerar el metabolismo y un bajo peso puede ocasionar problemas en la salud.
Asimismo, las mujeres durante su periodo deben reducir su consumo, ya que es vasodilatador y eso podría aumentar el sangrado.
Sobre la misma línea, el periódico señaló que otro grupo de personas que deben evitar el jengibre son aquellas con enfermedades cardíacas, porque “puede generar problemas cardíacos como arritmias cardíacas o en casos extremos, infarto”.
Adicional, el portal Bienestar de Colsanitas indicó que “no es recomendado en altas dosis para personas que padecen de problemas en los riñones debido a que contiene oxalatos (los cuales originan los cálculos renales)”.
Información nutricional por 100 gramos de jengibre
- Calorías: 80
- Grasas totales: 0,8 gramos.
- Ácidos grasos saturados: 0,2 gramos.
- Sodio: 13 miligramos.
- Potasio: 415 miligramos.
- Hidratos de carbono: 18 gramos.
- Fibra alimentaria: 2 gramos.
- Azúcares: 1,7 gramos.
- Proteínas: 1,8 gramos.
- Vitamina C: 5 miligramos.
- Calcio: 16 miligramos.
- Hierro: 0,6 miligramos.
- Vitamina B6: 0,2 miligramos.
- Magnesio: 43 miligramos.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que se debe hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.