El hígado graso, así como el sobrepeso, son diagnósticos que pueden desarrollar enfermedades graves en el cuerpo. Incluso, una persona que tenga obesidad, un punto más alto que el sobrepeso, es propenso a tener problemas en el hígado, y con el tiempo esta situación se puede convertir en una hepatitis.

“La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es un término general para una variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol. Como su nombre lo indica, la característica principal de la NAFLD es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas”, explicó la organización estadounidense, Mayo Clinic, agregando que, aproximadamente, la cuarta parte de la población del país norteamericano sufre de este diagnóstico.

Por su parte, la obesidad es la acumulación de grasas en todo el cuerpo, y esta situación puede traer varios problemas a la salud como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, enfermedades degenerativas de las articulaciones que suelen ser discapacitantes, y algunos cánceres, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ante esta situación, la reducción del exceso de grasas en el cuerpo es considerado un acto de protección de la salud propia. Por lo que es necesario tener en cuenta que existen algunas alternativas naturales, que unidas a una rutina de ejercicio y una dieta balanceada pueden ayudar a bajar de peso y aliviar la carga del hígado.

Una de estas alternativas es el té de jengibre, una raíz que es usada para recetas de cocina común en países asiáticos, así como remedios naturales, entre otros usos. Las propiedades del jengibre van desde la eliminación de toxinas del organismo, así como antiinflamatorios, elimina las flatulencias y se utiliza como un antigripal.

Infusión de jengibre | Foto: Getty Images

“También se emplea para los vértigos, náuseas y mareos de viaje, trastornos circulatorios y del riego sanguíneo, dolores y espasmos musculares, así como para los trastornos gástricos y digestivos. Desde la Edad Antigua, el jengibre también se considera un afrodisíaco”, según indicó un estudio publicado por la Revista Internacional de Acupuntura.

Para preparar el té de jengibre, además de la raíz, se necesita una rama de canela, medio limón y agua natural. Se debe rallar una rodaja de jengibre y en conjunto con la canela, se debe poner al fuego en una olla con el agua. Luego de que hierva, se debe dejar reposar un poco y agregar el jugo del limón. Sin embargo, se recomienda tomar el té por lo menos dos veces al día, para que este tenga el efecto deseado.

Por otro lado, un estudio encontró que los antioxidantes en el té verde, llamados catequinas, ayudaron a disminuir la grasa en el hígado y la inflamación en personas que padecen de hígado graso, por ejemplo. El portal Mejor con Salud recomienda tomar cuatro tazas pequeñas de té verde al día y café, pues esta última bebida también brinda beneficios para aliviar el hígado graso.

La OMS recomienda introducir algunos cambios en las dietas para ayudar a reducir las grasas en el cuerpo. “Limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares; aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos; y realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos)”, todo esto junto con el té recomendado puede ayudar a las personas a evitar problemas de salud venideros.