Con el pasar del tiempo las personas han ido conociendo el té de lechuga, debido a que se utiliza para tratar ciertas afecciones y mantener un buen estado de salud, gracias a sus propiedades relajantes.

Asimismo, el té de lechuga contiene flavonoides, los cuales son pigmentos presentes en los alimentos, específicamente en los vegetales, cuya función es proteger al organismo de los daños ocasionados por sustancias oxidantes.

Además, tiene propiedades diuréticas, por lo que facilita la expulsión de líquidos del organismo. De igual forma, al ser considerado un sedante y tiene propiedades analgésicas. Su contenido calórico es bajo y tiene un alto contenido en fibra, por lo que tiene propiedades digestivas y es saciante.

Más beneficios del té de lechuga:

  • Combate el insomnio: gracias a sus propiedades sedantes se podrá conciliar el sueño de manera más fácil, si se consume justo antes de ir a dormir.
  • Ayuda a retrasar el envejecimiento: los flavonoides que contiene el té de lechuga, luchan contra los radicales libres, por tal motivo dicho té es capaz de retrasar el envejecimiento, por lo que consumir este té ayudará a verse joven durante un tiempo prologando.
  • Mejora el sistema respiratorio: consumir té de lucha es recomendable para las personas que padecen bronquitis, tos, asma y mejora los síntomas que aparecen con estas patologías.
  • Se recomienda para diabéticos: esto sucede debido a que disminuye el azúcar en sangre gracias a sus propiedades diuréticas y además no contiene azúcar en su composición.

Si bien, el té de lechuga le aporta diferentes beneficios al organismo este, como muchos más alimentos, se debe consumir con moderación porque al tomar todos los días cantidades desproporcionadas del mismo, según el portal UnComo, se pueden padecer afecciones como:

  • Diarrea.
  • Gases intestinales.
  • Reducción del potasio en el cuerpo.
  • Cansancio y fatiga.

¿Cómo se desinfecta la lechuga correctamente?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, más de 200 enfermedades son causadas por el consumo de alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas. Estas afecciones son consideradas como un grave problema de salud pública, debido a que las cifras son preocupantes.

Por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos hace énfasis en la importancia de conocer el correcto lavado de los alimentos. Hay personas que “no saben que las frutas y verduras también pueden ocasionar brotes de enfermedades transmitidas por alimentos”.

Por eso, los CDC brindan instrucciones sobre cómo lavar correctamente la lechuga y otras verduras de hoja verde. Aunque las investigaciones muestran que lavarlas con agua es una gran opción, realmente ningún método elimina todos los microbios. En caso de comer verduras de hoja verde crudas, se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Lavarse muy bien las manos con agua y jabón por 20 segundos antes y después de preparar las verduras.
  • Retirar las hojas que estén dañadas, especialmente las hojas exteriores de los repollos y lechugas.
  • Abrir la llave y enjuagar las hojas bajo el agua. Utilizar las manos para frotarlas con suavidad y eliminar la suciedad.
  • Con un paño limpio secar las verduras.
  • Algunas personas tienen por costumbres remojar las verduras de hoja verde en el lavamanos por varios minutos. Esto no es bueno, porque al dejarlas en remojo los microbios que estén en una hoja pueden propagarse a las demás.
  • Cabe resaltar que el agua es el mejor ingrediente para lavar las verduras de hoja verde. “No lave las verduras de hoja verde u otras verduras y frutas frescas con jabón, detergente o una solución para lavar frutas y verduras. No use soluciones de blanqueador con cloro (bleach) ni otros productos desinfectantes para lavar las frutas y verduras frescas”, aclaran los CDC.