El cuerpo humano necesita energía todo el tiempo y la glucosa (azúcar) es una de las fuentes para obtenerla. Esta se transporta a través del torrente sanguíneo a la grasa, los músculos y otras células para almacenarse y usarse como fuente de energía.

La encargada de realizar ese transporte es la insulina, que es una hormona liberada por el páncreas como una respuesta a la presencia de glucosa en la sangre. En el caso de las personas que sufren diabetes, su cuerpo no realiza de forma correcta este transporte, lo que ocasiona niveles altos de azúcar en la sangre.

Las personas obtienen la glucosa del pan, frutas, vegetales y productos lácteos. Aunque todos aportan nutrientes, cuando el azúcar es consumido en exceso, puede ser uno de los ingredientes más perjudiciales para la salud del cuerpo humano.

Existen diferentes métodos para regular los niveles de azúcar en la sangre y todos ellos deben ser complementados con un estilo de vida saludable que involucre una alimentación equilibrada y ejercicio constante y diario.

Además, bajo supervisión médica, es posible recurrir a algunos remedios naturales que, gracias a sus compuestos, pueden ayudar con este objetivo. Por ejemplo, el portal Tua Saúde asegura que el llantén controla el azúcar en la sangre.

Lo anterior se debe a que posee una actividad antidiabética que estimula el buen funcionamiento de las células en el páncreas, promoviendo la expulsión de insulina y controlando el azúcar que se encuentra en la sangre.

“Además de esto, también posee flavonoides, esteroles y taninos, que son compuestos que ejercen un efecto hipoglucémico”, explica el mismo medio.

Una de las formas de aprovechar estas propiedades del llantén es elaborando un té. Para su preparación se requieren: tres a cuatro gramos de hojas de llantén y 240 mililitros de agua.

Procedimiento:

1. Poner a hervir el agua en una olla.

2. Una vez comience a hacer ebullición, agregar las hojas de llantén.

3. Esperar tres minutos más en el fuego.

4. Pasado el tiempo, bajar del fuego y esperar un poco a que enfríe.

5. Beber alrededor de cuatro veces al día para notar los resultados.

Cabe resaltar que al producirse la digestión de los alimentos, los niveles de glucosa en la sangre, a los que clínicamente se denomina glucemia, varían a lo largo del día, oscilando entre concentraciones de 70 y 145 miligramos por decilitro de sangre.

Por la mañana, en ayunas, son más bajos y se elevan después de cada comida (glucemia postpandrial) y vuelven a descender dos horas después, explican especialistas de Sanitas.

Lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana, antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas, y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.

Así mismo, el portal web de la fundación Nemours Children’s Health, KidsHealth.org, listó cuatro síntomas que se deben tener presentes cuando hay subidas de azúcar o glucosa en la sangre:

  • Fatiga: debido a que la glucosa no es procesada adecuadamente por el organismo, no se genera suficiente energía que ayude a no mantener el cuerpo agotado.
  • Sed: debido a que se pierden grandes cantidades de agua a través de la orina, el cuerpo constantemente pedirá líquidos que la suplementen.
  • Orinar en exceso: los riñones expulsan la glucosa a través de la orina, por lo que las personas que padecen problemas de azúcar necesitan orinar con mayor constancia.
  • Pérdida de peso: debido a la pérdida exagerada de glucosa, el organismo desintegra masa muscular y grasa almacenada para abastecer a las células hambrientas de energía.