La mandarina es una fruta tropical que destaca en el portafolio de alternativas que aportan al buen funcionamiento del organismo y cuyos componentes ayudarían a la prevención de algunas enfermedades, por lo que algunos médicos expertos en nutrición recomiendan el consumo de este cítrico a diario.
Tal y como ocurre con otros frutos cítricos, como la naranja, el pomelo y el limón, su pulpa está formada por numerosas vesículas llenas de jugo rico en vitamina C, flavonoides, betacaroteno y aceites esenciales, precisa el portal Cuerpo Mente.
La cáscaras de mandarina tienen vitamina C, un antioxidante poderoso capaz de neutralizar radicales libres que pueden dañar y envejecer el cuerpo. De igual forma, este nutriente es favorable para prevenir ciertas inflamaciones crónicas y enfermedades de carácter infeccioso.
Esta fruta es fuente de calcio, fósforo y magnesio que actúan en beneficio de los huesos. “Una taza de gajos de mandarina aporta entre un 2 % y un 4 % de la ingesta diaria recomendada de estos tres minerales”, indica Mejor con Salud.
Mientras que el jengibre, se le reconoce desde hace cientos de años por ser una planta saludable y beneficiosa para el organismo. “Pertenece a la familia Zingiberaceae, y está estrechamente relacionada con la cúrcuma, el cardamomo y el galangal”, así lo indica el portal Healthline.
Es una raíz que puede usarse fresca, seca, en polvo, como aceite o jugo. Diversos análisis le otorgan a este alimento una serie de beneficios saludables para el cuerpo, pero también se debe tener presente que posee algunos efectos secundarios, por lo que su consumo debe ser moderado y, si es posible, consultado con el médico.
El gingerol es el principal compuesto bioactivo en esta planta. Es responsable de gran parte de sus propiedades medicinales, ya que tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes, según han mostrado las investigaciones.
Al unir la cáscara de mandarina con el jengibre, se puede obtener una infusión que ayuda al organismo de las siguientes maneras: bajar de peso, contribuye a quemar calorías, eliminar las toxinas del cuerpo, evitar la hinchazón en el abdomen y la acumulación de grasa, así lo asegura la revista Mujer Hoy.
Estos efectos son posibles por la acción que tienen sus ingredientes, por un lado, la especia tiene propiedades diuréticas, produce saciedad y aporta una gran cantidad de fibras, además, regula los niveles de insulina en la sangre. Por el otro, la cáscara de mandarina tiene alta dosis de vitamina C y antioxidantes.
¿Cómo preparar el té de cáscara de mandarina y jengibre?
Tenga en cuenta que para su preparación necesita los siguientes ingredientes: cáscaras de una mandarina, una cucharada de jengibre rallado y para reforzar su efectos, media taza de pulpa de ananá o piña, pues con este último, aportará sabor a dulce, abundante cantidad de agua, fibras y antioxidantes. Así se prepara:
- Lave cada uno de los ingredientes mencionados.
- Colóquelos en una olla con un litro de agua.
- Lleve a fuego fuerte y manténgalo ahí, por unos tres minutos en ebullición.
- Cuando esté hirviendo, retírelo del fuego.
- Déjelo reposar por unos cinco minutos y luego debe colarlo.
Cabe mencionar que la infusión se puede tomar en tibio o temperatura ambiente y se recomienda tomar tres veces al día entre las comidas principales. Además, es importante que tenga en cuenta que su consumo debe formar parte de una dieta saludable y un plan de ejercicios.