El colon, también llamado intestino grueso, participa en las actividades del sistema digestivo que tiene como función almacenar y producir heces, señala MedlinePlus, la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos.

Para cuidarlo es importante consumir fibra y esta está presente en frutas, verduras y cereales integrales. Adicionalmente, como parte complementaria de la dieta, hay bebidas especiales elaboradas con productos naturales que ayudan en este propósito y que de paso aportan en la pérdida de peso, pues evitan las inflamaciones mientras ayudan en la eliminación de toxinas.

Una de ellas es el té de anís. Esta planta de origen chino que es bastante usada en la gastronomía para producir tés o infusiones que ayuden a curar algunos malestares generales. Es un elemento clave, pero también tiene otras virtudes y propiedades aperitivas, digestivas, antiespasmódicas, antibacterianas, antivirales, entre otras.

El anís es ampliamente utilizado para reducir la cantidad de gases intestinales en el organismo. Además de disminuir la cantidad de gases, el anís también evita la aparición de los cólicos abdominales y alivia el dolor de estómago.

Té de anís. | Foto: Semana

Té de anís

Esta infusión es un remedio antiinflamatorio. Según una investigación realizada por la Universidad de San Martín de Porres, en Perú, esta infusión tiene propiedades digestivas y reduce la irritación del colon. Además, promueve la formación de bacterias saludables en el intestino.

Ingredientes

  • 1 cucharadita de semillas secas de anís.
  • 1 taza de agua.

Preparación

  • Para preparar este té, se debe hervir el agua y agregarle las semillas de anís.
  • Tapar y dejar reposar durante 10 minutos.
  • Colar y beber hasta 3 tazas por día.
Se estima que las mujeres padecen más el síndrome de intestino irritable, en comparación con los hombres, según expertos en salud. | Foto: Getty Images

Recomendaciones para una buena digestión

El sitio web Farma 13 explica que entre las molestias más frecuentes que muchas personas tienen por su mala digestión se encuentra el estreñimiento, pero este y otros trastornos no se mejoran únicamente con remedios, sino que se debe atender a los hábitos como:

1. Comer despacio: los conocedores del tema detallan que a la hora de comer se debe masticar bien los alimentos y evitar la ansiedad en la mesa. Asimismo, ingerir alimentos con tiempo da mayor sensación de saciedad, mientras favorece el proceso digestivo para prevenir molestias como la pesadez y la llenura, según Asana.

La limpieza del colon es clave para evitar complicaciones de salud. | Foto: Getty Images

2. Tomar agua: la recomendación es consumir este líquido natural todos los días, pues el agua se puede adherir a las fibras de algunos alimentos y favorecer el tránsito intestinal para evacuar el vientre.

3. Lavarse las manos: aunque este hábito no está directamente relacionado con la ingesta, el citado sitio web farmacéutico detalla que se debe lavar las manos antes de cocinar y consumir los alimentos. Con esta práctica, se evitan enfermedades del estómago por bacterias.

“Algunas de las diarreas y dolores de estómago están causadas por una mala higiene de las manos”, añaden.

4. Incluir alimentos fermentados: aparte de las recomendaciones que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre la incorporación de frutas y verduras a una dieta diaria, también se encuentran los alimentos fermentados.

Lo que hace especiales a esta categoría de alimentos es que han sido alterados por microbios. Por ende, tienen lactobacilos: un tipo de bacterias buenas para la salud. De acuerdo con Farma 13, productos como yogur natural, kimchi, chucrut, kéfir son fermentados y se aconsejan para tener una buena digestión.

5. Ejercicio: este hábito es un aliado infaltable para cuidar el cuerpo a grandes rasgos. En el caso de la salud digestiva, cuando una persona es sedentaria, tiende a padecer sobrepeso que puede pasar a un diagnóstico de obesidad, enfermedad catalogada por la OMS como una epidemia.

En ese sentido, los especialistas dicen que el ejercicio no implica ir a un gimnasio y quemar calorías, sino que se puede tratar de caminar por un parque, saltar la cuerda o trotar por varios minutos. Con ello, el cuerpo se adapta a necesitar energía y el aparato digestivo comienza a vitalizarse.