Las infusiones naturales y los tés preparados con hierbas curativas, frutas o verduras, son actualmente una gran alternativa para la medicina tradicional. Debido a sus múltiples componentes, ayudan al organismo a prevenir y contrarrestar diferentes tipos de afecciones.
“El té es una bebida que ha tenido un importante papel en la vida social y cultural de las personas en todo el mundo por miles de años. Desde nuestros antepasados, las plantas se han utilizado en forma de infusiones para tratar diferentes padecimientos o como método de relajación”, indica el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo del Gobierno de México.
De igual manera, es necesario destacar que, como todo alimento, una infusión natural o un té debe ser consumido en cantidades adecuadas, de no ser así, cualquier persona puede empezar a sufrir algunos efectos contraindicados. Asimismo, es de vital importancia que un profesional de la salud autorice su ingesta según las condiciones de cada individuo.
Por ejemplo, hay un té en especial que cuando se consume con moderación, con el visto bueno de un especialista en el tema y sin azúcar, ayuda a disminuir la glucemia en pacientes con diabetes y los niveles altos de presión arterial. Según el portal web La Verdad, este té es el que se prepara con guayaba y con clavos de olor.
“En personas con diabetes disminuye la glucemia. También ayuda a bajar la presión arterial y los niveles altos de colesterol en la sangre, por su contenido en potasio, vitamina C y fibra soluble”, señala la plataforma digital.
Diabetes y presión arterial alta
En primer lugar, la diabetes se ha convertido en una enfermedad muy común. Tanto adultos como niños pueden padecerla, siendo una afección crónica que si se deja avanzar y no se controla puede ocasionar daños en el corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades explican que es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. El cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que ingiere en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente sanguíneo.
Lo que las personas comen es clave para controlar la glucosa en la sangre. Si bien la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que no existe una dieta o un plan de comidas específico que funcione para todos, lo cierto es que hay alimentos que no deberían faltar en la ingesta diaria.
Estos incluyen: frutas y vegetales, granos integrales como trigo integral, arroz integral, cebada, quinua y avena, proteínas, como carnes magras, pollo, pavo, pescado, huevos, nueces, frijoles, lentejas y tofu y productos lácteos descremados o bajos en grasa como leche, yogur y el queso.
Por su parte, la presión arterial, denominada hipertensión, también está asociada con efectos negativos para la salud. En tal virtud, es conveniente realizar chequeos frecuentes y adoptar hábitos que permitan mantenerla bajo control.
De acuerdo con información de Medline Plus, si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede conducir a un amplio listado de afecciones médicas, como enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud.
Existen varios factores que pueden afectar la presión arterial, por ejemplo, la cantidad de agua y de sal presentes en el organismo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales de cada persona.
A medida que avanza el envejecimiento, el ser humano se vuelve más propenso a padecer de hipertensión. Esto ocurre porque los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad.