El té verde es una bebida milenaria con profundas raíces en la cultura asiática. El té verde es una variedad de té elaborado a partir de las hojas de la planta camellia sinensis, que es la misma planta de la que se obtienen otros tipos de té, como el té negro y el té oolong o té azul. Lo que distingue al té verde es su proceso de producción, que implica una mínima oxidación de las hojas, lo que le confiere su característico color verde y su sabor fresco y herbal.
Beneficios del té verde
- Poder antioxidante: según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Estados Unidos, el té verde es rico en antioxidantes, como las catequinas, que ayudan a combatir los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. Esto se asocia con una menor incidencia de enfermedades crónicas.
- Mejora la salud del corazón: la American Heart Association (AHA) ha destacado que el consumo regular de té verde puede contribuir a la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas. Ayuda a disminuir los niveles de colesterol LDL y la presión arterial, promoviendo un sistema cardiovascular saludable.
- Apoyo en la pérdida de peso: el Instituto Nacional de Salud (NIH) de EE. UU. ha investigado cómo el té verde puede aumentar la quema de grasa y el metabolismo. Algunos estudios sugieren que su consumo puede ser beneficioso como parte de una estrategia de pérdida de peso.
- Refuerzo para el cerebro: el té verde contiene L-teanina, un aminoácido que, según investigadores de la Universidad de Tufts, institución privada estadounidense, puede mejorar la función cognitiva y aumentar la concentración y la atención.
- Protección contra el cáncer: el NCI también ha observado que las catequinas del té verde pueden tener propiedades anticancerígenas, lo que podría ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
El mejor momento para tomar té verde
El momento adecuado para disfrutar del té verde puede variar según los objetivos personales. Sin embargo, el NCI sugiere dos momentos clave:
- Mañana: muchos optan por iniciar su día con una taza de té verde. Contiene cafeína en cantidades moderadas, lo que proporciona una suave estimulación para despertar y mejorar la concentración.
- Después de comer: tomar té verde después de una comida puede ayudar en la digestión y reducir los niveles de azúcar en sangre. Además, los antioxidantes pueden contrarrestar los efectos negativos de las comidas ricas en grasas. Esto, en planes de pérdida de peso.
¿Cómo preparar el té verde?
- Calentar el agua: llevar a ebullición la cantidad deseada de agua en una tetera o una cacerola. Es importante tener en cuenta la temperatura del agua, ya que el té verde es más delicado que otros tipos de té. Se recomienda calentar el agua hasta aproximadamente 80-85 °C (175-185 °F). No se debe usar agua hirviendo, puesto que puede afectar negativamente el sabor del té.
- Agregar el té: colocar las hojas de té verde en una taza o una tetera. La cantidad de té puede variar según el gusto personal, pero generalmente se utiliza alrededor de una cucharadita de hojas de té por taza (o de acuerdo con las indicaciones del paquete).
- Verter el agua: verter el agua caliente sobre las hojas de té o las bolsas de té. Asegurarse de que el agua no esté hirviendo para evitar que el té se vuelva amargo.
- Infusionar: dejar que el té verde repose durante unos 2-3 minutos para permitir que las hojas se infusionen adecuadamente. El tiempo de infusión puede variar según el tipo de té verde y las preferencias personales. Si se desea un sabor más fuerte, se puede dejar reposar durante un tiempo adicional, pero no se recomienda exceder los 5 minutos.
- Retirar las hojas o las bolsas: una vez transcurrido el tiempo de infusión deseado, retirar las hojas de té o las bolsas para evitar que el té se vuelva amargo.
- Servir: verter el té verde en una taza y disfrutar. Si se desea, se puede endulzar con miel o azúcar, aunque muchas personas prefieren disfrutarlo sin ningún tipo de edulcorante.