Por lo general, el virus de herpes simple suele causar infecciones que comprometen particularmente la piel, la boca, los labios, los ojos y los genitales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 67 % de la población padece de herpes simple tipo 1 y el 13 % de herpes simple tipo 2; en este sentido es una de las infecciones que se presenta con mayor frecuencia en los seres humanos.

Según el Manual MSD, las causas del herpes son la exposición excesiva a la luz solar, enfermedades febriles, inmunosupresión y el estrés físico y emocional. Esta última causa es el condicionante de muchas enfermedades, pues el estrés del día a día genera una reacción adversa en el sistema inmunitario, a tal punto que puede ocasionar el herpes en distintas zonas del cuerpo, especialmente en la boca.

Cuando se sufre estrés, por lo general el sistema inmunitario se debilita y los diferentes virus entran con mayor facilidad al organismo debido a que las defensas están bajas. Cuando la situación de estrés es a largo plazo, es más frecuente que el virus del herpes se reactive, esto quiere decir que se pueden evidenciar las lesiones luego de varios días o semanada de haber sufrido mucho estrés.

En este sentido, Josberth Johan Benitez señala para la revista Mejor con Salud que algunas investigaciones indican que los episodios estresantes a largo plazo son un buen predictor de un brote por herpes, pues el estrés cónico tiene un gran impacto en todos los procesos que regulan la homeostasis del organismo. Además de ello, algunos estudios han señalado que el estrés logra interrumpir la comunicación entre el sistema nervioso, endocrino e inmunitario y esto hace que el cuerpo este bajo en defensas.

Existen muchas técnicas para manejar el herpes simple por estrés, pero la mayoría consiste en pequeños cambios en el estilo de vida. Es por ello que la revista Mejor con Salud, Harvard Health y Johns Hopkins Medicine han dado a conocer algunas ideas que pueden ayudar a prevenir esta afección:

  • Planificar actividades liberadoras: Es importante no permitir que el trabajo, la familia o las responsabilidades de la vida adulta lo invadan. Lo ideal es dejar un espacio de plena liberación en el que únicamente haya espacio propio. Se aconseja montar en bicicleta, caminar, ir a cine, trotar o hacer distintas manualidades que le despejen la mente y la atención de los problemas que le generan estrés.
  • Practicar la meditación: Este es uno de los mejores hábitos que se pueden incluir para reducir los niveles de estrés; además, la meditación y el yoga benefician muchos sentidos y partes del cuerpo que suelen enfermarse con mayor facilidad.
  • No descuidar las relaciones sociales: Es fundamental mantener un equilibrio entre las relaciones sociales y los tiempos a solas. Varios estudios han demostrado la relación entre el estrés, la soledad y la reactivación del virus del herpes simple. En este sentido, es importante establecer un vínculo sano y directo con amigos y familiares en momentos de estrés.