Tres misteriosas ráfagas rápidas de radio -conocidas como FRB- que ocurrieron cuando el Universo aún estaba en su juventud, fueron detectadas por el radiotelescopio chino gigante Fast, de 500 metros.

Confirmado como su origen cosmológico en 2016, estos flashes de radio que duran solo unas milésimas de segundo, tienen el potencial de proporcionar información sobre una amplia gama de problemas astrofísicos.

El doctor Niu Chenhui, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de la Academia de Ciencias de China, descubrió tres nuevos FRB con una medida de alta dispersión a partir de los datos masivos de Fast (Five-hundred-meter Aperture Spherical radio Telescope).

Sus hallazgos fueron publicados en The Astrophysical Journal Letters.

El descubrimiento indicó que estos tres FRB ocurrieron hace miles de millones de años cuando el Universo aún estaba en su juventud. Los FRB recién descubiertos, junto con el primer FRB detectado por FAST el año pasado, sugieren que podría haber hasta 120.000 FRB detectables llegando a la Tierra todos los días.

“Nos estamos poniendo al día en términos de procesamiento de datos y esperamos más descubrimientos de FAST, el radiotelescopio más sensible del mundo”, dijo Chenhui en un comunicado.

El interior del telescopio Fast | Foto: Getty Images

Al comparar muestras de FRB del telescopio Parkes y el telescopio Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP), investigadores de Australia revelaron la relación entre la fluencia (flujo integrado) y la medida de dispersión de los FRB. El nuevo descubrimiento ayuda a ampliar dicha relación y cubre un espacio de parámetros menos explorado anteriormente.

“Combinado con simulaciones, FAST podría detectar FRB con corrimiento al rojo mayor de 3, es decir, a más de 10.000 millones de años”, dijo Niu.

La distribución de las medidas de dispersión de estos FRB fue sensible a la forma de la distribución de brillo intrínseca de estos eventos cósmicos. “Más descubrimientos de FAST ayudarán a revelar el origen aún desconocido de los FRB”, dijo el doctor Li Di, autor correspondiente del estudio y científico jefe de Fast.

La semana pasada, la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) publicó las primeras imágenes orbitales de alta definición (HD) tomadas por la misión Tianwen 1 en la superficie del planeta Marte.

Las dos imágenes en blanco y negro, con una resolución de siete metros, fueron tomadas cuando la sonda de Tianwen 1 estaba entre 330 y 350 kilómetros sobre la superficie marciana, lo que fue posible gracias al uso de una cámara de alta definición que está integrada al orbitador.

En las fotografías se pueden observar los cráteres, las crestas de las montañas y las dunas de arena del planeta rojo, mientras que una tercera imagen a color fue tomada por otra cámara del dispositivo espacial y muestra el polo norte de Marte, según explicó la agencia espacial china en un comunicado.

La sonda Tianwen 1 fue lanzada por un cohete portador de carga pesada el pasado 23 de julio desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang, ubicado en la provincia de Hainan en el país asiático.

La misión hace parte de un ambicioso programa de lanzamientos que, en la parte de vuelos tripulados, tiene como primer objetivo instalar una estación espacial en 2022 y posteriormente enviar seres humanos a la Luna.

La sonda, que está equipada con un orbitador, un módulo de aterrizaje y un vehículo de exploración, entró con éxito en la órbita alrededor del planeta rojo el pasado 10 de febrero, después de un viaje de casi siete meses desde su lanzamiento.

Después de ingresar a la órbita del planeta, las cargas útiles a bordo del orbitador, incluidas las cámaras y varios analizadores de partículas, comenzarán a funcionar y a realizar estudios del planeta, aunque antes de su aterrizaje la sonda volará sobre esa órbita durante aproximadamente tres meses.

Actualmente, Tianwen 1 se encuentra a unos 212 millones de kilómetros de la Tierra y se espera que la misión lleve a cabo tareas científicas que permitan la observación y análisis de las formas terrestres y el clima del lugar de aterrizaje óptimo.