Lo que debería ser una noche de descanso, relajación y reacondicionamiento corporal se puede transformar en un episodio amargo por cuenta de las pesadillas. Esos sueños perturbadores en el que se encuentran momentos negativos vividos y no vividos de la vida, que por lo general dejan sensación de angustia o ansiedad al despertar.
Está comprobado científicamente que las pesadillas aparecen en los seres humanos desde etapas tempranas de la vida así como lo explica el portal experto en salud Mayo Clínic.
“Los niños pueden comenzar a tener pesadillas entre los 3 y los 6 años, y suelen disminuir luego de los 10 años. Durante la adolescencia y la adultez joven, las mujeres parecen tener pesadillas con más frecuencia que los varones. Algunas personas las tienen en la adultez o durante toda la vida”, explica.
Aunque la presencia de las pesadillas de manera poco frecuentes se considera como algo normal, la situación cambia cuando se vuelve una situación crónica. Lo que merece la atención por parte de los profesionales médicos y también de la salud mental.
Con los avances en la ciencia y los estudios que se han realizado en esta materia, cada vez toma mayor fuerza la teoría que indica una mayor posibilidad de deterioro cognitivo en una persona que tiene pesadillas constantes.
Así lo indica un importante estudio realizado por la Universidad de Birmingham y citado por el sitio experto en temas de salud mental Geriatricarea.
“La investigación muestra que las personas de mediana edad (35-64) que experimentan pesadillas semanalmente tienen cuatro veces más probabilidades de sufrir deterioro cognitivo durante la siguiente década, mientras que las personas mayores tenían el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con demencia”, señala.
La demencia es una de esas enfermedades que pueden aparecer con el paso de los años, este síndrome deteriora el intelecto, el comportamiento y las actividades diarias de quienes la padecen. Claro está que la demencia no es una consecuencia por la que todas las personas deban pasar en su vejez.
La enfermedad de Alzheimer es una de las formas de demencia más comunes, según cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta condición acapara un promedio de 60 % a 70 % de los casos de demencia.
“La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. La conciencia no se ve afectada. El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación”, señala la máxima autoridad de la salud a nivel mundial.
La idea de los expertos es poder sectorizar por edades las posibles consecuencias por la presencia reiterada de pesadillas. Por ejemplo, saber con plena certeza si en el caso de los jóvenes que tengan pesadillas constantes puedan estar en alto riesgo de padecer demencia cuando su edad esté avanzada.
Por el momento es importante recibir el tratamiento adecuado en el caso de que se presente un trastorno de pesadillas, el portal web de Mayo Clínic expone las alertas que deben llevar a un paciente a consultar su situación con el profesional de la salud.
- Ocurren con frecuencia y continúan a lo largo del tiempo.
- Interrumpen de forma rutinaria el sueño.
- Causan temor de irse a dormir.
- Causan problemas de conducta durante el día o dificultad para desempeñar labores diarias.
Aunque queda trabajo por delante para poder identificar la plena relación entre las pesadillas y la demencia, son muy altos los indicios, por lo que la mejor decisión es no permitir que la aparición de un trastorno de pesadillas evolucione en un paciente.