La grasa corporal es uno de los principales componentes del organismo y cumple con funciones muy importantes como proteger los órganos, cubrir las articulaciones, controlar la temperatura, almacenar vitaminas y ser fuente de energía.
Sin embargo, la cantidad y el lugar que ocupa son claves para determinar si ésta altera o no la salud. En el caso de la grasa acumulada en el abdomen, es un tema que debe ir más allá de lo estético, para entenderse como una cuestión de salud, pues puede convertirse en un indicador de riesgo, según indica el instituto de investigación Mayo Clinic.
Si una persona come demasiado y hace poco ejercicio es posible que la grasa empiece a acumularse en esta zona del cuerpo. No tener el abdomen plano, o por lo menos con poca grasa, resulta perjudicial dado que se corre el riesgo de desarrollar diversas enfermedades.
La mencionada institución advierte que el problema con la grasa del vientre es que no se limita a la capa extra de relleno ubicada justo debajo de la piel (grasa subcutánea). También incluye grasa visceral, que se encuentra en el interior del abdomen, alrededor de los órganos internos.
“Aunque la grasa subcutánea plantea problemas estéticos, la grasa visceral está relacionada con problemas de salud mucho más peligrosos, entre ellos: cardiopatía, diabetes tipo 2, presión arterial alta, colesterol anormal y problemas respiratorios”, asegura Mayo Clinic.
La evidencia científica también ha determinado que la grasa del vientre genera un mayor riesgo de muerte prematura, independientemente del peso total. “De hecho, algunos estudios han determinado que incluso cuando se consideraba que las mujeres tenían un peso normal basado en las mediciones estándar del índice de masa corporal (IMC), una cintura grande aumentaba el riesgo de morir de enfermedad cardiovascular”, indica la citada fuente.
Los especialistas aseguran que la pérdida de peso, especialmente la del abdomen, mejora el funcionamiento de los vasos sanguíneos y la calidad del sueño, que también es un aspecto determinante para tener una buena salud.
¿Cómo eliminar la grasa del abdomen?
Para evitar que la grasa en esta parte del cuerpo vaya en aumento, existen algunos trucos prácticos que pueden ayudar a eliminarla.
1. Consumo de fibra: Ingerir alimentos ricos en fibra es clave, pues esta mantiene el sistema digestivo regular, lo que también puede ayudar a perder peso. El tipo de fibra es determinante y lo ideal es que sea soluble, la cual atrae agua y se convierte en gel durante la digestión, según explica la biblioteca médica Medlineplus.
2. Comer más proteínas. La proteína es un macronutriente muy importante si el objetivo es perder peso, ya que hay estudios que demuestran que esta puede reducir los antojos en un 60 % y aumentar el metabolismo, indica una publicación del medio digital Business Insider.
3. Actividad física: Hacer ejercicio debería ser parte de la rutina de todos, pero hacer ejercicios cardiovasculares específicamente es una forma efectiva de perder grasa. Se pueden combinar aeróbicos con entrenamiento de fuerza, ya que el primero permitirá un mayor gasto calórico, mientras que el segundo fortalece los músculos e incrementa el metabolismo basal, indica la revista Vitónica, especializada en información de bienestar y salud.
4. Dieta saludable: Las frutas, verduras y cereales integrales son los alimentos recomendados. Lo recomendable es consumir cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en el pescado, las nueces y ciertos aceites vegetales.
5. Limitar el azúcar: reducir el consumo de azúcar añadida y beber más productos naturales también evita la formación de grasa en el abdomen.
6. Evitar el alcohol. Tomar un vaso extra de vino puede incidir en la generación de grasa. El alcohol no sólo hace ganar peso, sino que tiene un sesgo hacia el área del estómago.
7. Controlar el estrés: Minimizar el estrés es importante para reducir la presión arterial y mantener un sistema inmunológico saludable, indica el portal Men´s Health. El estrés a largo plazo aumenta la cantidad de glucocorticoides, hormonas que incrementan el hambre y llevan a las personas a comer más.
8. Dormir bien. El descanso está relacionado con eliminar la grasa del abdomen. No dormir el tiempo recomendado (entre 6 y 8 horas diarias) puede provocar alteraciones en la producción de insulina, lo que lleva a que el cuerpo pida más glucosa y, por ende, la persona termine comiendo grasas y dulces en exceso.