Durante años, a los seres humanos se les ha instado a espantar cualquier emoción negativa, ya sea miedo, ira, dolor, ansiedad o estrés. Esto, para muchos, era necesario con el fin de mantener el bienestar. Pero una corriente de la psicología que está tomando fuerza dice que ese acercamiento es errado y lo mejor es abrazar las emociones que traen desdicha.

Así, las personas lidian de manera frontal con las dificultades de la vida. La psicología la llama terapia de aceptación y compromiso (ACT, por sus siglas en inglés). La definen como ver la realidad de manera clara y aceptar todas las emociones, ya sean placenteras o no. Según la evidencia científica, este tratamiento ayudaría a las personas a sentirse menos ansiosas y deprimidas, y a encontrar más resiliencia en el día a día. “Huir de cada problema solo incrementa la distancia de la solución”, dice la psicóloga Courtney Ackerman.

“La mejor manera de escapar de un problema es resolverlo”, agrega. En términos concretos, ACT es una forma de terapia basada en la atención plena y plantea que se puede lograr un mayor bienestar cuando se superan (y no se suprimen) los pensamientos y sentimientos negativos. Con este tipo de terapia, la persona, además, conoce sus rasgos y comportamientos para, así, reducir la tendencia a la evasión.

ACT también aborda su compromiso de realizar cambios y qué hacer al respecto cuando no se puede cumplir con los objetivos. “Por eso se centra en tres áreas: aceptar sus reacciones y mantenerse presente, elegir una dirección a seguir y tomar acción”, dice la psicóloga Deborah Serani.

El estrés puede afectar significativamente a las personas sin importar la edad. | Foto: derechos de autor no

No solo es ineficaz, sino a menudo contraproducente, tratar de controlar las emociones dolorosas o las experiencias psicológicas, porque la supresión de estos sentimientos, en última instancia, conduce a más angustia. ACT adopta el punto de vista de que existen alternativas válidas para tratar de cambiar su forma de pensar, y, entre ellas, se incluyen el comportamiento consciente, la atención a los valores personales y el compromiso con la acción.

Al tomar medidas para cambiar su comportamiento y, al mismo tiempo, aprender a aceptar sus experiencias psicológicas, los pacientes pueden eventualmente cambiar su actitud y estado emocional. “Aceptar es el opuesto a atascar”, dijo al diario The Wall Street Journal, Ethan Kross, psicólogo de la Universidad de Míchigan y autor del libro Chatter: The Voice in Our Head, Why It Matters, and How to Harness It.

Según estos expertos, hay tres estrategias que ayudan a adoptar la aceptación. La primera es tomar las cosas con calma y reducir la velocidad con la que se vive. En el trabajo y en la casa, a menudo, la gente pasa de un asunto al otro, lo opuesto a estar presente en cada momento. Esto, dicen los especialistas, puede generar picos de estrés sin que la persona lo note.

Por eso una pausa después de cada tarea ayudará a prepararlo para la otra labor. En segundo lugar, recomiendan crear un mantra o frase clave que le ayude a afirmar sus valores. Cuando el cerebro está en esa espiral de pensamientos caóticos o tratando de evitar los sentimientos, el mantra no solo trae foco, sino también calma. Así lo dijo Brad Stulberg, un coach de ejecutivos en Carolina del Norte, al diario neoyorquino.

El estrés tiene que ver con el miedo a la amenaza del entorno, la ansiedad por anticipación y pensamientos negativos y bloqueantes.

Aconseja escoger un mantra que le recuerde parar o ir más lento y a aceptar lo que está pasando sin necesidad de tratar de alejar el tema. Por último, tomar distancia: transportar la mente en medio de la situación estresante o frustrante. Lo ideal es pensar en algún recuerdo tranquilo y placentero o en algo que conecte a la persona de manera positiva con el mundo.

Al regresar podrá analizar el tema que tiene en frente con más cabeza fría. Una vez la persona enfrenta los problemas actuales, puede empezar a hacer un compromiso para dejar de luchar con el pasado y sus emociones.

ACT propone que el paciente adopte un comportamiento más optimista y seguro basado en sus propios valores y sus objetivos de vida. La terapia de aceptación y compromiso no es un proceso a largo plazo. Según Serani, “Reelaborar sus conexiones verbales con pensamientos y sentimientos puede ser extremadamente útil en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y muchos otros trastornos psicológicos”.