Existen diversos elementos que maltratan el cabello, como el uso constante de secador, plancha, tintes capilares y el uso inadecuado del champú; sin embargo, hay varias formas de resguardarlo e incluso de restaurarlo y una de ellas es el uso del termoprotector capilar o también conocido como protector térmico.
La función principal del termoprotector es hidratar y proteger las hebras capilares frente a los daños causados por las altas temperaturas, como la resequedad capilar, daños en la cutícula protector y en su estructura. Por supuesto, este producto es apto para cualquier persona con cualquier tipo de cabello y se puede utilizar cuando el cabello está húmedo ante de usar el secador o plancha, o cuando el cabello está seco, pero se debe colocar en el cabello antes de usar cualquier elemento que altere la temperatura del cabello.
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, se recomienda el uso de este producto sobre el pelo húmedo, ya que es en ese momento que pueden absorber mejor los nutrientes y aplicarlo capa por capa, de arriba hacia abajo, haciendo énfasis en las puntas.
Tipos de termoprotector capilar
En el mercado hay una amplia variedad de termoportectores y su elección depende de la consistencia y modo de aplicación. Cada uno es recomendado para distintos tipos de pelo, por lo que la revista especializada da a conocer los más comunes:
- Spray: Consiste en un producto líquido, ligero y fácil de aplicar. Expertos aseguran que este tratamiento es recomendado para cabellos grasos, normales y finos, ya que no contribuyen al incremento del sebo en el cuero cabelludo.
- Aceite: Permite sellar la capa córnea del cabello y mantiene intactas sus proteínas, por lo que se aconseja para el pelo seco y quebradizo, porque deja el cabello brillante y más fácil de peinar.
- Crema: Por lo general, este tipo de termoprotector es ideal para cabellos maltratados o teñidos, porque sus compuestos hidratan y nutren a la vez.
Cabe señalar que estos productos protectores contienen ingrediente como el aceite de argán, así como vitaminas y ácidos que favorecen el crecimiento del cabello, protegen del maltrato y previene el envejecimiento capilar. De este modo, otra forma de proteger el cabello es por medio de aceites naturales, ya que ayudan a reducir la fatiga higral, o la inflamación y sequedad del cabello. Por lo general, los aceites más comunes son el de coco, sésamo, almendra, jaborandi, argán, moringa, eclipta y malika, los cuales tienen vitaminas A, C, E, antioxidantes y ácidos grasos omega-3.
Según varios expertos, se recomienda aplicar estos aceites en el cabello casi todos los días y dejarlo actuar durante toda la noche. Pero en caso de que se tenga un cabello graso, se aconseja aplicar el aceite una hora antes de bañarse y envolver la cabella con una toalla caliente, con el fin de extraer los nutrientes del aceite en un periodo corto.
¿Cuáles son los beneficios de usar un protector térmico en el cabello?
- Evita que se pierda el color del cabello
- Mantiene el brillo natural.
- Ayuda a sellar la cutícula capilar, lo que hace suavizar el cabello y eliminar las puntas abiertas, obteniendo mayor brillo y fuerza.
- Aumenta la hidratación capilar.
- Puede ser usado a diario y no requiere enjuague.
- Mantiene el cabello flexible y manejable.
- Hace que el cabello luzca saludable.
- Protege de la exposición del sol y el agua de piscinas y mar.
- Previene el frizz.
- No genera residuos molestos en el cuero cabelludo.
Ahora bien, no solo el uso el termoprotector ayuda a restaurar la salud del cabello; por lo que es importante hacer el uso de planchas en una temperatura que no sobrepase los 190 ° C y evitar pegar esta herramienta a la raíz del pelo porque se corre el riesgo de fracturar su estructura.