La testosterona es una hormona producida por el cuerpo, principalmente en los hombres, aunque las mujeres también tienen pequeñas cantidades. Si un hombre tiene un nivel bajo de testosterona, los síntomas pueden incluir disfunción eréctil, y masa ósea y deseo sexual reducidos.
Se trata de una hormona que tiene muchas funciones importantes, como el desarrollo de los huesos y músculos, el engrosamiento de la voz, crecimiento del vello y otros factores relacionados con la apariencia y la producción de esperma.
La producción de testosterona usualmente disminuye con la edad. De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Urología, aproximadamente dos de cada diez hombres mayores de 60 años se enfrentan a una baja de esta hormona en el cuerpo.
Esta hormona cumple con funciones clave. Por ejemplo, durante el desarrollo del feto se encarga de generar la diferencia de sexo del bebé y, posteriormente, de la formación de los órganos reproductivos.
Con el paso de los años y ya en la adolescencia trabaja en la maduración corporal del hombre: cambio de tono voz, aparición de vello y crecimiento, mientras que en la edad adulta se encarga del control de las funciones sexuales como el deseo, la producción de espermatozoides y la calidad de la erección.
Los niveles de testosterona decaen progresivamente a lo largo de la edad adulta, alrededor del 1 % por año después de los 30 años, en promedio, aseguran los expertos. El portal especializado en salud Healthline, asegura que tener niveles óptimos de esta hormona es importante durante la edad adulta e incluso durante la vejez.
De acuerdo con la información de este sitio web, en los adultos, los niveles adecuados son importantes para tener una buena salud general, prevenir el riesgo de enfermedad, mantener la composición corporal y ayudar en la función sexual.
El medio especializado en salud Medical News Today, asegura que los principales síntomas que pueden indicar que los niveles de testosterona están bajos son, entre otros: problemas con las erecciones, reducción de la masa ósea y del tamaño de los testículos, pérdida del cabello, baja en la cantidad de semen, dificultad para dormir, menor deseo sexual, reducción en los niveles de energía, aumento de la grasa corporal y cambios de humor o en el estado de ánimo.
Minerales y vitaminas
Existen diversas maneras de incrementar los niveles de esta hormona de manera natural. Una de ellas es la ingesta de suplementos de minerales y vitaminas
Según el portal Healthline, un estudio realizado por científicos demostró que los suplementos de zinc y vitamina B aumentaron la calidad del esperma en un 74 %, en las personas que participaron del análisis. El zinc también aumenta la testosterona en personas como los atletas.
Asimismo otros estudios sugieren que las vitaminas A, C y E pueden desempeñar un papel importante para mantener los niveles de testosterona, aunque se necesita mayor investigación. “De todas las vitaminas y minerales disponibles, la investigación sobre la testosterona muestra que los suplementos de vitamina D y zinc podrían ser los mejores”, precisa el mencionado sitio web.
La vitamina D se puede encontrar de manera natural en el aceite de hígado de bacalao, los pescados azules, los mariscos, el hígado y lácteos; aunque la forma más recomendada de obtenerla es con la exposición de la piel al sol durante cortos períodos de tiempo a diario. El zinc, por su parte, puede hallarse en las ostras, el hígado, las almejas, las carnes rojas, las almendras, el pollo, el queso y la avena, entre otros.
Otras formas de aumentar esta hormona
Además de la ingesta de vitamina D y Zinc, hay otras formas de aumentar la testosterona de manera natural. Por ejemplo, con ejercicio y levantamiento de pesas, consumiendo proteínas, grasas y carbohidratos, minimizando los niveles de estrés, durmiendo la cantidad de horas necesarias al día y siguiendo un estilo de vida saludable.