Para alivio de los aldeanos del estado de Maharashtra, India, su terror parece haber terminado. Una tigresa que mató a más de una decena de personas en los últimos dos años fue abatida de un disparo en India, aunque ha provocado una controversia sobre las condiciones de su eliminación. Uno de los episodios más impresionantes de "caza al tigre" que se haya visto en décadas, finalizó el viernes de noche cuando el animal, denominado T1 por los cazadores y Avni por defensores de la fauna, fue abatido a tiros en la selva del estado de Maharashtra (centro-oeste de la India). Más de 150 personas se movilizaron durante meses para encontrarla y se desplegaron recursos considerables con este fin, como cámaras de infrarrojos y francotiradores montados en elefantes. Le recomendamos: Humanos acabaron con el 60% de los animales salvajes en menos de 50 años Pero no todo fue alegría. La polémica estalló rápidamente. Los medios de comunicación indicaron que ningún calmante fue utilizado para intentar adormecer a Avni-T1, asesina, sí, pero también madre de dos cachorros de diez meses. La tigresa era considerada responsable de la muerte de trece personas desde junio de 2016. Su primera víctima fue una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una plantación de algodón. Desde entonces, la mayoría fueron pastores hombres. El Tribunal Supremo autorizó la operación, aunque el tigre es una especie en vías de extinción en el país. Pero, la instancia había especificado que el animal podría ser abatido si los calmantes no hacían efecto. K. Mishra, un guardabosques en India, dijo al Indian Express que a la tigresa se le disparó un dardo tranquilizante. "Pero ella atacó al equipo, obligando a Asghar (Ali Khan, hijo de un famoso cazador en India, Shafath Ali Khan) a disparar en defensa propia. La tigresa murió de un solo disparo", según el conservador. Le puede interesar: Nace cría de mono araña en zoológico de Medellín Sin embargo, esta versión es cuestionada por varias fuentes citadas por el Times of India, según las cuales se inyectó el tranquilizante al animal después de su muerte. Un activista local de derechos de los animales, Jerryl Banait, considera que fue un "asesinato a sangre fría." Las autoridades han puesto en marcha un programa para preservar la población de tigres en India. Su número alcanza a más de 2.200 ejemplares, según un último censo de 2014, habiendo registrado un mínimo de 1.500. *Con información de AFP