El término médico asignado para el padecimiento como tiña es tinea crusis o tiña de la ingle, y se puede desencadenar por fricción de la ropa y humedad prolongada en la zona inguinal, debido a la transpiración presente en la zona. Si se tiene algún tipo de hongo en los pies es altamente probable que este se transmita a la zona inguinal al momento de subir el pantalón. Algunas personas que presentan esta infección también presentan pie de atleta u otro tipo de tiña.
Esta afección es más común en los hombres debido a la humedad que queda atrapada entre el escroto y el muslo, y se presenta con mayor recurrencia en climas cálidos o por el uso de ropa húmeda o apretada. La tiña empieza en los pliegues de la piel de la zona genital y puede extenderse hasta la parte superior interna de los muslos. La erupción tiene un borde escamoso de color rosado y genera un intenso dolor.
Los principales síntomas de la tiña es la aparición de un parche o bulto escamoso de color rojo o rosado, generalmente, tiene bordes abultados y en la parte central no tiene nada que pueda generar alguna erupción. La piel se puede pelar, descamar, agrietar, y también puede generar comezón y ardor.
La infección se puede transmitir de una persona a otra, al tener contacto directo con la zona afectada o por el contacto con ropa sin lavar. Este hongo es más común en las personas que padecen de sobrepeso debido al roce de la piel. Bajar de peso puede ayudar a prevenir que la afección se repita.
La tiña es diagnosticada por medio de una exploración médica en la zona inguinal o por medio de un raspado cutáneo que es examinado a través de un microscopio que permite asegurarse de que la erupción es causada por un hongo.
Está infección, generalmente, es tratada con cremas, sprays o lociones que se aplican en la zona afectada o por medio de medicamentos antifúngicos tomados por vía oral.
La tiña también puede estar presente en zonas como la cabeza y las uñas. En la cabeza puede empezar como una pequeña ulcera, similar a un granito, para luego volverse escamosa y con parches pelados. Las láminas que se desprenden del cuero cabelludo pueden parecer caspa, sin embargo la tiña puede hacer que el cabello que cubría la zona se caiga, dejando áreas calvas. La infección también puede hacer que el cuero cabelludo se inflame, se ponga rojo y sea sensible al tacto.
A veces la tiña hace presencia por medio de una masa llena de pus conocida como querion. Cuando se infecta el cuero cabelludo, pueden aparecer ganglios linfáticos inflamados en la parte posterior de la cabeza o el cuello.
La tiña de las uñas puede afectar a una o varias uñas, de las manos o de los pies. Las uñas se vuelven más gruesas, blancas o amarillentas, generando que se quiebren con mayor facilidad.
La tiña que afecta el cuero cabelludo y las uñas es tratado con medicamentos por vía oral durante 1 a 3 meses. El uso de un shampoo recetado puede ayudar a evitar que la tiña se extienda a otras partes del cuerpo. Es importante usar el medicamento por el tiempo indicado por el médico, pese a que los resultados de mejora se vean en pocos días. Si no se usa por el tiempo prescrito es posible que la infección vuelva a aparecer.