El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, es ese fiel amigo que suele acompañar a las personas, ya sea al empezar un nuevo día, en el trabajo cuando más activo se debe estar o en las noches frías donde se suele buscar una fuente de calor.
Los consumidores de café saben que cada vez que se termina una taza de este líquido queda un residuo al fondo, el denominado cuncho, una especie de pasta o polvillo oscuro que queda del grano original. De este también emana el aroma característico del café, su sabor igualmente es amargo y por lo general no es consumido sino que es desechado.
Resulta que ese residuo tiene propiedades que si se saben utilizar puede ayudar a facilitar la vida de las personas, aunque en ocasiones sean desconocidas. Para ello, lo usual es esparcirla en una superficie lisa y dejarla secar durante 24 horas, removiendo de vez en cuando. Una vez seca, podrá ser usada de múltiples maneras.
Atrapa los malos olores
El café molido, incluso después de haber sido usado, es un buen ‘repelente’ de malos olores. Ayuda a retener aromas indeseables en armarios o en la nevera.
Algo adicional es que si se coloca un poco de residuo de café en el fondo del cubo de la basura, debajo de la bolsa, actuará contra esos desagradables olores, eso sí, es importante cambiarlo seguido pues pierden la eficacia con el tiempo.
Fertilizante para las plantas
Para las plantas, este residuo sirve como abono o fertilizante, pues contiene nitrógeno y fósforo, nutrientes que las plantas necesitan. Es suficiente con añadir un poco de este producto o residuo a la tierra de las plantas una vez al mes, sea directamente en la raíz o bien mezclado con parte del agua de regar.
Mascarillas de belleza
Para la piel del rostro es necesario mezclar los residuos de café con agua sobre las zonas del cuello y rostro que se quiera trabajar, respectivamente; realizar masajes con firmeza y de manera circular. Esto con el objetivo de eliminar las células muertas y aprovechar las propiedades antiinflamatorias para las bolsas en los ojos.
Si el objetivo es atacar directamente las ojeras, se debe poner un algodón humedecido con el “cuncho” del café y poner sobre las bolsas de los ojos al rededor de diez minutos.
Para fabricar una mascarilla natural a base de café, la cual se pueda dejar un buen tiempo en el rostro, se debe mezclar el residuo de la famosa bebida con una cucharada de miel de abejas, añadir otra cuchara del mismo tamaño, pero esta vez de yogur natural.
La recomendación es complementar estos consejos con una buena hidratación corporal, además de una adecuada protección de la piel a los rayos solares, ya que el sol en exceso contribuye al proceso de envejecimiento, así como a la aparición de manchas.
Para mejorar la apariencia del cabello
Los residuos del café son ideales para ser usados como tintes e, incluso, para dar brillo, fuerza, vigor al cabello negro o castaño. También es ideal para atenuar las canas.
Por eso, será necesario preparar una infusión con agua caliente y los posos de café. Colar y dejar enfriar. Una vez fría, aplicar este café en el pelo después del lavado y enjuagar bien.
De ahora en adelante, ya no se verán los residuos del café como un desperdicio, sino como una oportunidad para ser usado de muchas maneras.
Así mismo, existen personas que deben limitar o evitar la cafeína. Estas son:
- Mujeres embarazadas, ya que la cafeína pasa a través de la placenta al bebé.
- Mujeres amamantando, ya que incluso una pequeña cantidad de cafeína que se consuma pasa al recién nacido.
- Si se tienen migrañas u otros dolores de cabeza crónicos.
- Se tiene ansiedad.
- Cuando se toman ciertos medicamentos o suplementos, incluyendo estimulantes, ciertos antibióticos, medicamentos para el asma y medicamentos para el corazón.
- Si se es un niño o adolescente. Ninguno de los dos debe tomar tanta cafeína como los adultos. Los niños pueden ser especialmente sensibles a los efectos de la cafeína.