La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa ubicada en la parte delantera del cuello, la cual produce hormonas que controlan cómo el cuerpo usa la energía. Estas hormonas afectan a casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de las funciones más importantes; por ejemplo, afectan la respiración, la frecuencia cardiaca, el peso, la digestión y los estados de ánimo, de acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En consecuencia, los problemas tiroideos incluyen: bocio, que es cuando hay agrandamiento de la tiroides; hipertiroidismo, que es cuando la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo que el cuerpo necesita; hipotiroidismo, que es cuando la glándula no produce suficiente hormona tiroidea; cáncer de tiroides; nódulos, que es cuando aparecen bultos en la tiroides, y tiroiditis, cuando se presenta hinchazón de la tiroides.

Por tal razón, el medio de salud Tododisca reveló varios remedios caseros para tratar los problemas de tiroides.

1. Aceite de coco: este es un aceite vegetal que tiene un alto contenido de grasa saturada saludable y, si está acompañado de una alimentación balanceada y saludable, resulta ser muy beneficioso para la glándula de tiroides.

2. Vinagre de sidra de manzana: este ayuda a mejorar el metabolismo, a eliminar las toxinas del cuerpo y ayuda en la producción equilibrada de hormonas, entre otros beneficios.

3. Jengibre: las múltiples propiedades del jengibre se deben sobre todo a su riqueza en aceites volátiles, sustancias fenólicas (denominadas gingeroles, shoagoles y gingeronas), enzimas proteolíticas, ácido linoleico, vitaminas (especialmente vitamina B6 y vitamina C) y minerales (calcio, magnesio, fósforo y potasio).

4. Vitaminas B: las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 y B7 (biotina), B12 y el ácido fólico ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume. También ayudan a formar glóbulos rojos. Se pueden obtener vitaminas B en las proteínas como pescado, pollo, carne de res, huevos y productos lácteos. Los vegetales de hojas verdes y frijoles también tienen vitaminas B. A algunos cereales y panes también se les ha agregado vitaminas del tipo B.

5. Vitamina D: ayuda al cuerpo a absorber el calcio. También tiene un rol en los sistemas nervioso, muscular e inmunitario. Hay algunos alimentos que naturalmente tienen algo de vitamina D como los pescados grasos (salmón, atún y caballa), el hígado de res, el queso, los hongos y la yema de huevo.

6. Almendras: las almendras son una buena fuente de proteínas, fibras y minerales. Además, tienen selenio, que es un nutriente para la tiroides, y magnesio, que ayuda a mantener la glándula trabajando suavemente.

7. Productos lácteos: estos alimentos tienen yodo, el cual es ideal para el buen funcionamiento de la tiroides. Además, tienen vitaminas y minerales que ayudarán a mantener una salud óptima.

8. Hacer ejercicio regularmente: realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos) tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.

Sin embargo, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona y con eso se evitan las contraindicaciones por el mal uso de algunas de las recetas caseras.

Tenga en cuenta que para el diagnóstico de enfermedades de la tiroides, los médicos usan la historia clínica del paciente, un examen físico y pruebas para la tiroides. A veces, también utilizan una biopsia y el tratamiento depende del problema, pero puede incluir medicamentos, terapia con yodo radiactivo o cirugía de tiroides.