Los gatos suelen ser la mascota ideal para algunas personas: tienen un aspecto tierno y adorable, por lo general son cariñosos y mantienen la casa libre de pequeños roedores invasores. Por supuesto, también existen quienes no ven en esta especie a su compañero ideal o, simplemente, prefieren vivir sin animales de compañía.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Liverpool y la Universidad John Moores, también de Liverpool, en Reino Unido, analizó el comportamiento de gatos domésticos de acuerdo con el modelo de factores de psicopatía triárquica. Los hallazgos fueron sorprendentes.
“Es probable que todos los gatos tengan un elemento de psicopatía”, concluyó el estudio. Según explicó la investigadora principal, Rebecca Evans, esta característica fue útil para los ancestros de los gatos domésticos “en términos de adquisición de recursos, como la comida, el territorio y oportunidades de apareamiento”.
El estudio titulado ‘Un gato doméstico (Felis silvestris catus) Modelo de factores de psicopatía triárquica: desarrollo y validación inicial del cuestionario CAT-Tri+’ fue publicado este mes en la revista Journal of Research in Personality. Para su desarrollo, los científicos británicos se centraron en el modelo triárquico, que define la psicopatía como un trastorno compuesto de tres características principales:
Audacia: relacionada con la dominancia social y los bajos niveles de miedo.
Desinhibición: se refiere a los problemas de autocontrol.
Maldad: en este caso incluye la falta de empatía o antipatía hacia otras mascotas y el mismo patrón, pero dirigido hacia los humanos.
El estudio también realizó encuestas a los propietarios de gatos domésticos para que respondieran un test sobe cómo es el comportamiento de su mascota.
Frases como “mi gato atormenta a su presa en lugar de matarla directamente”; “mi gato ‘vocaliza’ fuerte sin motivo aparente”, o “mi gato es muy excitable y exagerado” son algunas de las frases que hacen parte del test con el que los investigadores buscaban evaluar el estado psíquico de los felinos.
“Los hallazgos proporcionan una visión de la estructura de psicopatía triárquica en los gatos”, fue una de las conclusiones del estudio. Para llegar a este hallazgo, los científicos británicos desarrollaron una herramienta para detectar la psicopatía en gatos y la llamaron CAT-Tri+. Según los autores de la investigación, el cuestionario CAT-Tri+ podría ser útil para mejorar las relaciones entre el gato y su dueño.
“La desinhibición y antipatía con otras mascotas predijeron una relación gato-dueño de mayor calidad; mientras que la maldad y audacia predijeron una relación de menor calidad. Los hallazgos proporcionan información sobre la estructura de la psicopatía triárquica en gatos”, dice el estudio.
“A un gato con una puntuación alta en la escala de audacia le pueden venir bien grandes árboles para gatos y rascadores altos, ya que los elementos de CAT-Tri+ sugieren que un gato audaz disfruta explorando y trepando”, explicó Rebecca Evans, de la Universidad de Liverpool.
¡Pilas! Estos son algunos alimentos que no deben comer los gatos
El cuidado de una mascota incluye diferentes requisitos como su aseo, vacunación y, por supuesto, un correcta alimentación. No tener en cuenta estos factores podría incidir en su comportamiento y estado de salud.
Uno de los aspectos que también sugieren los expertos es que a lo largo de los años los requerimientos nutricionales del gato cambian en función de la edad, su estilo de vida y su condición física. Pero también existen otros condicionantes que deben tenerse en cuenta para que los gatos gocen de buena salud.
Algunos sitios especializados destacan los alimentos que no se les deben dar a los felinos domésticos para evitar posibles complicaciones en su organismo. Estos son algunos de ellos:
Atún
Este es uno de los alimentos que les fascina a los gatos; sin embargo, esto no quiere decir que estén recibiendo una dieta balanceada, ya que falta incorporar otros nutrientes como la fibra, vitaminas y minerales, precisa el sitio web de la marca de alimentos para animales Purina Latam.
Leche y sus derivados
La leche de vaca contiene un azúcar denominado lactosa en una mayor concentración que la leche de la gata. La lactasa, que es la enzima que desdobla este azúcar, en el gato no se encuentra en cantidades suficientes, lo que puede ocasionar diarreas. Lo mismo puede suceder con el queso debido a su mayor cantidad de grasa.
Café o chocolate
En ambos alimentos se encuentra una metilxantina que es la cafeína y la teobromina, si por alguna razón el gato se come todo, puede intoxicarse, mostrarse muy nervioso o incluso tener convulsiones. Si pasa esto, la recomendación es llevarlo de urgencia al médico veterinario, aconseja el mencionado portal.
Huevo
Cuando está crudo, el huevo contiene una enzima llamada avidina, que tiene la capacidad de destruir la biotina, una vitamina del complejo B, y provocar problemas en la piel de los gatos.
Pescado o carne cruda
Por otro lado, el portal Affinity-petcare precisa que aunque los gatos están adaptados a digerir y extraer los nutrientes de los alimentos animales crudos, se debe evitar que los de compañía consuman estos alimentos porque pueden adquirir parásitos peligrosos. “La carne cruda puede estar infestada por toxoplasma (la ingestión de carne cruda es la única vía de contagio para el gato) y el pescado puede ser portador de anisakis.