La alimentación juega un papel fundamental en la salud de todo ser viviente. Una dieta sana y equilibrada puede ser el punto de partida para prevenir un sinnúmero de enfermedades: los nutrientes presentes en los alimentos ayudan a mantener en forma el organismo.

Las frutas son una clase de alimentos que hacen parte de la pirámide nutricional, he ahí la importancia de su consumo. Son alimentos que proporcionan un sinnúmero de nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y minerales, así como también aportan energía al organismo, gracias a los hidratos de carbono. Tienen propiedades antioxidantes, ayudan a eliminar las toxinas del organismo y a tratar y prevenir diferentes tipos de afecciones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan una ingesta diaria de “al menos 400 gramos de frutas y verduras crudas o mínimamente procesadas, el equivalente a cinco porciones de 80 gramos cada una, con el fin de promover la buena salud y reducir el riesgo de varias enfermedades no transmisibles”, señala un artículo publicado por la FAO.

En el escrito, el organismo especializado de la ONU destaca que el consumo de una variedad de frutas y verduras ayuda a garantizar una ingesta adecuada de muchos de los micronutrientes y compuestos necesarios para el cuerpo.

La FAO explica que si bien las frutas y vegetales son fuentes de vitaminas y minerales, es importante aclarar que “no hay ningún alimento que por sí solo pueda brindar a nuestros cuerpos todas sus necesidades a nivel nutricional y de bienestar en general”. En razón a lo anterior, según las recomendaciones hechas por lo expertos, la clave de una alimentación saludable radica en llevar a cabo una dieta variada que contenga todos los grupos de alimentos, con las proporciones y balances adecuados.

Uno de los nutrientes fundamentales que aportan las frutas es la fibra dietética, esta ayuda a mantener la salud del sistema digestivo. Al respecto, la FAO afirma que un adulto requiere entre 25 a 30 gramos de fibra al día. En las frutas, puede ser encontrada en la cáscara, he ahí la importancia de no retirarla y el porqué los nutricionistas recomiendan el consumo del fruto entero.

La FAO enumera algunos consejos para integrar las frutas en la dieta diaria, ahorrando algunos pesos para el bolsillo. El primero es reconocer cuáles son las frutas de temporada, puesto que son mucho más económicas que las importadas, así como también conviene visitar los mercados de abasto, ferias libres y/o comunitarias, que ofrecen precios más bajos.

Planificar las comidas y compras es el tercer consejo, de este modo se sabrá cómo y cuándo aprovechar una gran variedad de frutas, evitando sus desperdicios. Por último, menciona que se pueden establecer huertos caseros o escolares para disfrutar de frutas frescas, que vengan del patio directo a la mesa.

¿A qué hora consumirlas?

No hay una hora exacta que convenga más para el consumo de frutas, pues debido a su alto contenido nutricional, convienen en cualquier momento del día. En los últimos tiempos, varios especialistas han coincidido en que las frutas deben ser ingeridas cuando el estómago esté vacío y evitar combinarlas con otros alimentos o utilizarlas como postre. El argumento que respalda esta teoría es que el organismo puede aprovechar mejor los componentes de las frutas cuando es el primer alimento que recibe.

También recomiendan consumir frutas justo antes de practicar ejercicio, pues ayudarán al organismo a obtener la energía que necesita, hidratan durante la rutina y el ejercicio fomenta una buena digestión.

Sobre la ingesta de jugos de frutas se recomienda tomar la bebida en pequeños sorbos para que el organismo aproveche todas las virtudes de este tipo de alimento.