Las personas usualmente lavan los alimentos antes de cocinarlos por varias razones, como:
- Eliminación de suciedad y residuos: Los alimentos, especialmente frutas, verduras y hortalizas, a menudo tienen tierra, polvo u otros residuos superficiales. Lavándolos, se eliminan estas impurezas visibles, lo que ayuda a mejorar la higiene y el aspecto de los alimentos.
- Reducción de bacterias y microorganismos: Los alimentos pueden estar expuestos a bacterias, virus y otros microorganismos durante su manipulación, transporte o almacenamiento. Lavando los alimentos, se puede reducir el riesgo de contaminación microbiológica, ya que se eliminan algunos de estos organismos que podrían causar enfermedades.
- Eliminación de pesticidas y productos químicos: Algunos alimentos, como frutas y verduras, pueden haber sido tratados con pesticidas o productos químicos para protegerlos de plagas o enfermedades. Lavar los alimentos puede ayudar a reducir la presencia de estos residuos químicos en la superficie de los alimentos.
Es por eso que algunas recomendaciones para lavar los alimentos son:
- Lavar las manos: Antes de comenzar a lavar los alimentos, hay que asegurarse de lavar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto ayudará a evitar la propagación de bacterias.
- Lava las frutas y verduras: Colocar las frutas y verduras bajo agua corriente fría. Después hay que frotarlas suavemente con las manos o un cepillo de cerdas suaves para eliminar la suciedad y los posibles residuos químicos, pero es importante evitar usar jabón o detergente, ya que pueden dejar residuos tóxicos. Las frutas y verduras de piel gruesa como melones o calabazas pueden ser frotadas con un cepillo de cerdas más duras para eliminar la suciedad más difícil.
- Enjuagar las frutas y verduras de hoja verde: Las verduras de hoja verde, como la lechuga o las espinacas, pueden ser enjuagadas individualmente bajo el chorro de agua y solo hay que agitar suavemente las hojas para asegurarse de que el agua llegue a todas las superficies.
- Secar los alimentos: Una vez que se hayan lavado los alimentos, hay que secarlos con papel absorbente o un paño limpio. Esto ayuda a eliminar cualquier exceso de agua y puede reducir el riesgo de contaminación cruzada en la cocina.
No obstante, hay algunos alimentos que no es necesario lavar antes de cocinarlos como:
1. Carne: No es recomendable lavar la carne cruda, ya que esto puede propagar las bacterias presentes en la superficie a otras áreas de la cocina. Cocinar la carne a una temperatura adecuada es suficiente para eliminar cualquier bacteria.
2. Pollo: Al igual que la carne, no es necesario lavar el pollo crudo. Al lavarlo, puedes esparcir bacterias como la salmonela por todas partes. Cocina el pollo completamente para asegurarte de que esté seguro para el consumo.
3. Huevos: No es necesario lavar los huevos antes de cocinarlos. Los huevos tienen una capa protectora llamada cutícula, que ayuda a mantener las bacterias fuera de su interior. Lavar los huevos puede eliminar esta capa y permitir la entrada de bacterias.
4. Pescado: Al igual que con la carne y el pollo, no se recomienda lavar el pescado crudo. El enjuague con agua no eliminará las bacterias dañinas y puede aumentar el riesgo de contaminación cruzada.
5. Frutas y verduras de cáscara dura: Frutas y verduras como naranjas, plátanos, sandías y calabazas tienen una cáscara dura que protege su interior de la contaminación. Estos alimentos no necesitan ser lavados antes de su consumo o preparación, ya que las bacterias no penetran fácilmente en su interior.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana