La actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, el organismo señaló que la actividad física tiene otros efectos benéficos, como los siguientes:
- Mejora el estado muscular y cardiorrespiratorio.
- Mejora la salud ósea y funcional.
- Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión.
- Reduce el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales.
- Ayuda a mantener un peso corporal saludable.
En consecuencia, la doctora Marta Supervía Pola, especialista en Medicina Física y Rehabilitación y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) dijo, según el portal de salud Tododisca: “Cada vez son más los trabajos científicos que indican que el ejercicio físico puede mejorar la respuesta inmunitaria y, por tanto, disminuir el riesgo de enfermar [...]. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo y linfático al contraerse los músculos, incrementa la circulación de las células inmunitarias (como por ejemplo linfocitos T y NK) y disminuye la inflamación en el cuerpo, lo cual en su conjunto favorece la eliminación de posibles patógenos como los virus”.
No obstante, demasiado ejercicio intenso no es bueno. Por tal razón, la experta recomienda que los ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza de intensidad moderada son los mejores para proteger el sistema inmune.
Hay que señalar que la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles y, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 % y un 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Sin embargo, a la hora de hacer ejercicio las personas se preguntan cuál es el mejor momento y según Anthony Hackney, profesor del departamento de Ciencias del Ejercicio y del Deporte de la Universidad de Carolina del Norte, hacer ejercicio por la mañana, especialmente con el estómago vacío, es la mejor manera de quemar la grasa acumulada, lo que es ideal para perder peso.
Sobre la misma línea, un estudio de la Universidad de California en Irvine (EE. UU.) publicado en la revista científica Cell Metabolism, asegura que la mejor hora para hacer ejercicio es en la mañana, debido a que este beneficiará el metabolismo, además de mencionar que la actividad física segrega las hormonas de la felicidad, por lo que las personas comenzarían el día con “el pie derecho”.
Por otro lado, según un informe del Centro de Investigación Clínica de la Universidad de Chicago, en la tarde el cuerpo alcanza la temperatura corporal máxima, por lo que el organismo se encontraría en mejor momento para realizar actividad física de resistencia y aumento de masa muscular.
No obstante, según Chris Jordan, experto en ‘fitness’, la mejor hora para hacer ejercicio y obtener resultados significativos es en la que la persona se sienta más productiva, pues será el momento en el que el organismo quemará más grasa.
Los mejores ejercicios para quemar grasa
Cabe mencionar que los ejercicios de cardio, también conocidos como ejercicios aeróbicos, son los más implementados cuando se busca quemar calorías y reducir el peso corporal.
Sin embargo, los ejercicios que involucren pesas ayudan al cuerpo a quemar grasa mientras se construye masa muscular, lo que también funciona para acelerar el metabolismo.
Hay que señalar que las fórmulas fáciles, las dietas mágicas y los resultados rápidos no existen. Todo es cuestión de tiempo y perseverancia. Cada persona es diferente y por tal razón cada proceso es individual, ya que en algunas el proceso puede ser más rápido que en otras.