Mantener un peso saludable es determinante para evitar complicaciones de salud. Cuando hay kilos de más aumenta el riesgo de padecer afecciones como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y renales, además de ciertos tipos de cáncer.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que alcanzar y mantener un peso saludable puede ser un desafío, pero tener un estilo de vida sano, incluyendo patrones de alimentación equilibrados y realizar actividad física regular; puede ayudar a perder peso y reducir la probabilidad de desarrollar problemas de salud.
Los especialistas explican que una persona aumenta de peso cuando consume más calorías (a través de alimentos y bebidas), pero también es un tema que está muy relacionado con el mundo que lo rodea. Otro aspecto es que los alimentos menos saludables pueden ser más baratos que los sanos, por lo que muchos se inclinan por los primeros.
Los errores
Estos son algunos de los errores más comunes que se comenten y que conducen a que las personas engorden.
1. Falta de proteínas en la dieta. Las proteínas tienen un efecto saciante, además de que ayudan a optimizar el uso de los nutrientes en el cuerpo. Cuando no se consumen las necesarias puede resultar contraproducente pues es posible que las personas tiendan al consumo de alimentos menos sanos. Las mejores fuentes de proteínas incluyen lácteos, huevos, carnes magras y pescado.
2. No dormir lo suficiente: Las personas que no duermen la cantidad de horas requeridas pueden consumir más calorías y comer más refrigerios durante el día motivando el incremento de peso.
3. Emociones: Hay quienes no controlan de manera adecuada sus emociones y comen más cuando se sienten aburridas o tristes, aunque no tengan hambre.
4. No masticar bien: Comer rápido, mirando el teléfono celular y sin masticar correctamente también hace que las personas engorden. Los alimentos, al estar bien triturados, ayudan al proceso digestivo, facilitando que el estómago pueda realizarlo de manera adecuada, en menos tiempo y de forma más ágil. Los expertos recomiendan masticar al menos 40 veces un alimento.
5. No consumir suficiente agua: Mantenerse hidratado es determinante para el organismo y también facilita el proceso digestivo. Además, provoca sensación de saciedad y, por tanto, ayuda a reducir la ingesta posterior de calorías.
6. Poca actividad física. De acuerdo con el instituto Mayo Clinic, cuando una persona tiene un estilo de vida sedentario, fácilmente puede ingerir al día más calorías de las que quema a través del ejercicio y las actividades de la rutina diaria.
7. Falta de control del estrés: Las personas estresadas con frecuencia buscan más alimentos ricos en calorías, de allí la necesidad de encontrar alternativas que ayuden a aliviar esta situación como la práctica de yoga, por ejemplo.
8. Saltarse comidas: Es clave mantener una frecuencia regular en la que se consumen los alimentos. Esperar demasiado tiempo entre comidas puede hacer que la persona sienta más hambre, por lo que puede ingerir productos en exceso. Aunque se piense que esto ayuda a quemar grasa, es muy probable que puede tener el efecto contrario.
A cualquier edad
El incremento de peso y la obesidad puede presentarse a cualquier edad, incluso, en niños pequeños. Sin embargo, a medida que las personas envejecen, los cambios hormonales y un estilo de vida menos activo aumentan el riesgo de que se presente esta enfermedad.
Los expertos explican que la cantidad de músculo en el cuerpo tiende a disminuir con el paso de los años. Una menor masa muscular suele derivar en una disminución del metabolismo. Estos cambios también reducen las calorías que las personas requieren y pueden hacer que resulte más difícil evitar el exceso de kilos. Por estas razones, si no se controla de forma consciente lo que se ingiere y se realiza suficiente actividad física a medida que se envejece, se corre más riesgo de subir de peso.
Referencias:
Mayo Clinic
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos