La alopecia es uno de los problemas que más preocupa tanto a hombres como a mujeres, y puede ser resultado de la herencia, cambios hormonales, afecciones médicas o simplemente una parte normal del envejecimiento. De hecho, 100 cabellos al día es la cifra que marca la diferencia entre una caída normal y un problema capilar.
Mantener el cabello brillante, sedoso y en general bien cuidado es una tarea complicada. Un cabello frondoso y con volumen suele repercutir positivamente en el aspecto de algunas personas, pero, mantenerlo sano puede ser una tarea ardua y agotadora.
Su cuidado es fundamental para que siempre luzca brillante y lleno de vitalidad. Para ello, se han creado una infinidad de métodos que lo reparan, pues las exposiciones constantes al sol, al calor de la plancha y del secador e incluso una mala alimentación, hacen que el cabello pierda vigor.
El viento, la sal marina, el cloro de la piscina y hasta la arena que recibe en la época de vacaciones, también pueden ser factores que influyen en el cuidado capilar y que hacen que las hebras puedan verse maltratadas y secas.
Para frenar la caída del cabello, es importante acudir al dermatólogo para determinar la causa y el tratamiento a seguir, que por lo general se basa en una dieta saludable rica en nutrientes y el uso de algunos productos que ayudan a detener este problema.
En ese sentido, la vitamina A es ideal para acelerar el crecimiento del cabello, ya que está relacionada en el crecimiento celular.
Además, El Mundo señaló que “ayuda a que las glándulas de la piel creen el sebo, capaz de hidratar el cuero cabello y mantener sano el cabello”.
De igual manera, esta vitamina hace parte de los carotenoides, y es también conocida como retinol. Es uno de los componentes importantes de la dieta por su acción antioxidante, que protege las células contra los radicales libres, unas moléculas que pueden afectar a las células.
La vitamina A puede obtenerse a partir de la ingesta de alimentos como la leche, queso, zanahorias, brócoli, papas, mantequilla, espinaca, melón, huevos, mango o en frutas y verduras de color. Los arándanos son una importante fuente de esta vitamina.
Además, de acuerdo con MedlinePlus, es importante que todas las personas se realicen evaluaciones oculares periódicamente para detectar cualquier irregularidad en este órgano tan delicado. La visita al oftalmólogo se hace aún más relevante para quienes tienen más de 65 años.
Los problemas visuales, que pueden ir desde visión borrosa hasta ceguera, pueden ser causados por muchas afecciones, entre ellas se incluyen presbiopía, cataratas, glaucoma, retinopatía diabética, degeneración macular, infección, inflamación o lesión ocular, moscas volantes, ceguera nocturna y desprendimiento de la retina.
Otras enfermedades que afectan directamente la visión, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, son la neuritis ótica, los accidentes cerebrovasculares, los tumores cerebrales, el sangrado intraocular, la arteritis temporal y la cefalea.
Los expertos recomiendan algunas medidas de cuidado para evitar la degeneración de la vista de manera temprana:
- Usar lentes de sol para proteger los ojos.
- Mantener la receta de los lentes convencionales actualizada.
- No fumar.
- Limitar la cantidad de alcohol que se bebe.
- Mantener un peso saludable.
- Mantener la presión arterial y el colesterol bajo control.
- Si una persona tiene diabetes, mantener el azúcar en sangre bajo control.
Además, una alimentación balanceada que incluya las vitaminas indispensables para mantener una salud visual óptima es igual de importante que las revisiones periódicas y el autocuidado.