La cúrcuma, una especia con una historia de uso que abarca casi 4000 años, está ganando popularidad debido a sus múltiples beneficios para la salud. Se emplea tanto como un condimento para agregar color y sabor a nuestros platos como en forma de suplemento alimenticio en tratamientos, ya que se cree que puede combatir ciertas enfermedades y mejorar nuestro bienestar.

Sin embargo, hace aproximadamente un año, las autoridades sanitarias italianas pusieron la mirada en la cúrcuma, relacionándola con 27 casos de daño hepático. Además, surgieron dudas sobre la eficacia genuina de esta especia debido a las controversias relacionadas con las obras falsificadas del profesor Bharat Aggarwal.

Otros beneficios de la cúrcuma es ayudar a controlar el peso, mejorar la salud cardiovascular, reducir el colesterol, mejorar la salud cerebral, y puede ayudar con la prevención del cáncer. Foto: Getty | Foto: ©lacaosa2018

En la actualidad, la cúrcuma está siendo objeto de crecientes críticas en línea, y algunas descripciones la señalan como una planta potencialmente peligrosa para la salud.

Sin embargo, la cúrcuma no debe consumirse por todas las personas, pues el portal portugués señaló que “la cúrcuma está contraindicada en personas que estén tomando medicamentos anticoagulantes y en individuos que tengan obstrucción de las vías biliares por piedras en la vesícula”.

Por tal razón, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Posibles efectos adversos de la cúrcuma

Causa en algunas personas náuseas y dolor de cabeza

Otra investigación, que fue publicada en BMC Complementary Medicine and Therapies, ha resaltado que la curcumina, que se encuentra en la cúrcuma, podría potencialmente ocasionar síntomas como cefaleas o náuseas. No obstante, es relevante señalar que estos efectos secundarios son poco frecuentes y no suelen ser comunes al consumir esta especia asiática.

Capacidad de manchar temporalmente la piel y las uñas

Debido a su vibrante tono amarillo, la cúrcuma se utiliza como un tinte natural, y esto puede resultar en manchas temporales en las uñas o la piel de las manos cuando se maneja cúrcuma fresca. Afortunadamente, no es un motivo de preocupación, ya que estas manchas desaparecen fácilmente con un simple lavado.

La cúrcuma puede causar nauseas. | Foto: Copyright Dazeley

Puede afectar a la vesícula biliar

En dosis considerables, se ha observado que la cúrcuma puede desencadenar problemas de vesícula biliar en un grupo reducido de personas, especialmente en aquellas con condiciones previas de salud. Una investigación publicada en el Asia Pacific Journal of Nutrition indicó que el consumo excesivo de cúrcuma podría ocasionar contracciones en la vesícula biliar, perturbando su funcionamiento normal.

Además, el consumo elevado de suplementos de cúrcuma puede llevar a un incremento considerable en los niveles de oxalato urinario, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar cálculos renales.

Dificulta la absorción del hierro

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda que las personas menores de 18 años, mujeres embarazadas y lactantes eviten el consumo de suplementos que contengan curcumina, el principal componente activo de la cúrcuma. Según la agencia, este compuesto puede interferir en la absorción adecuada de hierro y también puede transferirse al bebé durante la lactancia.

AESAN también advierte que si tienes problemas gastrointestinales o antecedentes de cálculos renales, es aconsejable consultar con un médico antes de considerar la ingesta de estos suplementos.

Los cálculos biliares son depósitos endurecidos de fluido digestivo que se pueden formar en la vesícula. | Foto: Getty Images

¿Cómo tomar cúrcuma?

La manera de ingerir esta especia es bien sencilla, ya que su uso en cocina permite introducirla en multitud de preparaciones. Lo más habitual es:

  • En la opción en polvo, algunas personas optan por diluirla en un vaso con agua tibia o en zumo de frutas.
  • También es común encontrar cúrcuma en cápsulas. Su uso en complementos alimenticios, con medidas exactas para potenciar sus beneficios, permiten aprovechar las capacidades antioxidantes y antiinflamatorias de esta especia.
  • Otro formato habitual corresponde al de las infusiones de cúrcuma. En el caso de la infusión, suele ingerirse para simple disfrute del sabor de esta sustancia, más que para encontrar beneficios concretos a nivel de salud.