Muchas veces, la tos es una enfermedad inevitable en los niños y bebés, especialmente cuando es época de invierno. Pero cabe resaltar que no todas las veces la tos es perjudicial, por lo contrario, ayuda a limpiar las vías respiratorias de materiales infecciosos y evita que estos alcancen los pulmones.
La mayoría de las veces, el material expulsado por la tos de los pulmones y las vías respiratorias es esputo o flemas, como también se le llama. Esta es una mezcla de mucosidad, residuos y células expulsadas por los pulmones. Por lo general, los niños más grandes e incluso los adultos, suelen expulsar este material al toser, pero los bebés por lo general lo tragan.
De esta manera, cuando se presenta tos en niños es importante identificar que clase de tos es. Según el Manual MSD, la tos aguda es una de las causas más frecuente, ya que se da por una infección en el tracto respiratorio superior debido a un virus. Y la tos crónica se puede dar como consecuencia de la aspiración de un cuerpo extraño, trastornos hereditarios, como la fibrosis quística o la discinesia ciliar primaria, un defecto congénito de las vías respiratorias o los pulmones, enfermedades inflamatorias que afectan a las vías respiratorias o los pulmones, o puede estar relacionada con el estrés.
Así mismo, es fundamental identificar los síntomas de alarma, ya que no todos ellos son una causal para acudir de inmediato al médico. El Manual MSD recomienda tener muy en cuenta estos síntomas y acudir al pediatra si se llega a identificar uno de ellos:
- Coloración azul de los labios y/o piel
- Fuerte sonido cuando respira
- Dificultad para respirar
- Espasmos de tos incontrolable
- Tos ronca
- Fiebre incontrolable
- Historial clínico con antecedentes de trastornos pulmonares como asma, neumonía o fibrosis quística.
Ahora bien, cuando los síntomas no son alarmantes, se puede tratar la tos con algunas medidas caseras. El portal Tuasaúde recomienda las siguientes:
Agua durante el día: es importante darle al bebé agua en pequeñas cantidades. Es crucial que el agua esté filtrada y a temperatura ambiente, para disminuir la irritación de la garganta. También es esencial regular su uso y saber en qué momento dársela para evitar que se ahogue.
Lavado nasal: se aconseja lavar la nariz del bebé con suero fisiológico cuando las fosas nasales estén tapadas, ya que ayudará a eliminar toda la flema, lo cual permite aliviar la tos.
Este método casero consiste en realizar un lavado nasal con suero fisiológico al 0,9 % con la ayuda de una jeringa sin aguja, porque a través de la fuerza de gravedad el agua entra por una narina y sale por la otra, sin causar dolor o malestar, eliminando al máximo la mucosidad y la suciedad. Tanto en los adultos como en los niños, este procedimiento debe ser realizado al momento de bañarse y lo debe hacer de la siguiente manera:
- Llenar la jeringa con cinco a 10 ml de suero fisiológico. Durante el procedimiento debe abrir la boca del bebé para que pueda respirar a través de ella.
- Después debe inclinar su cuerpo hacia adelante y la cabeza ligeramente hacia un lado.
- Finalmente, debe posicionar la jeringa en la entrada de una fosa nasal y presionar hasta que el suero salga por la otra narina. Si es necesario, debe ajustar el posicionamiento de la cabeza hasta que el suero entre por una y salga por la otra.
Inhalaciones con suero fisiológico: estas nebulizaciones disminuyen la irritación y evitan la tos. Otra opción es darle un baño tibio al bebé con la puerta del baño cerrada, para producir vapor en el ambiente, ayudando a la hidratación de las vías aéreas.
Otras opciones: en caso de que el bebé tenga mucha tos durante la noche, se puede colocar una almohada o toallas dobladas por debajo del colchón para elevar un poco la cabecera de la cuna, ya que así, las vías aéreas quedan libre y el reflujo disminuye, aliviando la tos del bebé.